martes, 6 de junio de 2006

Angers’ Live: Lundi de Pentecôte

Ayer fue el primer lunes de junio, y como tal, en Francia se celebra el Lunes de Pentecostés, que es festivo.

En torno a este día hay una muy gorda montada. Hace tres años, en verano del 2003, hubo una ola de calor que se llevó por delante, en menos de un mes, a más de diez mil personas, en su mayoría, abuelos y enfermos respiratorios. Os acordareis de las noticias que nos llegaban: hospitales desbordados, cámaras mortuorias colapsadas, cuerpos en camiones frigoríficos…

Para compensar tal esfuerzo sanitario, Chirac & CIA decidieron dar una pequeña prima a aquellos que estuvieron currando ese agosto (para los de julio no hubo tal prima)

El caso es que para prevenir una nueva canícula, el Gobierno puso en marcha medidas con una fuerte inversión a todos los niveles: hospitales, concienciación de la población, servicios sociales, residencias de ancianos, etc.…

Pero aquí vino el problema. ¿De dónde sacó (y saca) el Gobierno tal dinero? A algún listillo (amigo del de la tasa a los SMS, seguro) se le ocurrió que la mejor forma de ayudar a los viejecillos era creando una “Jornada de solidaridad con los ancianos” que consistiría en que la gente iría a trabajar un día gratis, y ese dinero iría destinado a las personas mayores. Hablamos de cinco mil millones de euros hasta el 2010.

El problema es que esta medida sólo afectó al personal sanitario, y se decidió que lo mejor sería suprimir la festividad de Pentecostés, y a quien le tocase trabajar ese día (según su planning), pues sería pagado como día normal y no festivo.

Fue entonces cuando los sindicatos se echaron a la calle, vinieron las protestas y hubo huelgas, que realmente no han servido para nada, porque un año más, Pentecostés fue laboral para la gente de los hospitales.

Pero ahí no termina la cosa, porque aunque el primer año sólo nos afectó a nosotros, el segundo año ya las empresas privadas se apuntaron al carro y declararon Pentecostés laboral.

Este año, aparte de los autónomos y los estudiantes, prácticamente todo el mundo ha trabajado con normalidad, y los que no, hacían huelga por la imposición de trabajar. Y en un par de años los franceses habrán visto como les han robado un día festivo por culpa de una ola de calor de esas que vienen cada 50 años. ¡Allez la France!

Por mi parte, no me tocaba trabajar este lunes, así que cogí y me fui al Lac de Maine a tomar el sol y jugar a fútbol.

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