martes, 6 de junio de 2006

Un Día de Campo: El Lago No Acabó Con Buen Pié (y II)

Nos habíamos quedado en que mientras la gente se bañaba, nosotros nos comíamos un helado.

A medida que la tarde fue avanzando, la gente se fue yendo y a nosotros nos picó el gusanillo del fútbol. David fue a por la bola y Jean Paul y yo peloteamos un poco.

Tras una “violenta” patada de Jean Paul en mi espinilla que me dejo en el suelo 10 minutos (echándole un poco de teatro, todo sea dicho), me toco a mi coger el balón. Lo tuve exactamente dos metros, porque ahí se acabo todo: el partido, el día y la semana.

Al hacer avanzar el balón con el exterior del pie, el balón no se dio por aludido y no se movió, mientras que mi tobillo si lo hizo. Así pues, lo único que se escucho fue un CRACK y Roberto que rodó por el césped, con un ligero dolor en el tobillo derecho. Con mis antecedentes teatreros previos, nadie me tomó muy en serio, pero ante mi insistencia y la instantánea inflamación de la articulación, las caras cambiaron y vieron la gravedad del asunto.

Como pude, me dirigí al lago a que me diera el agua fría, sabiendo que era grave (el tobillo no dejaba de crecer). Una vez con los pies en el agua, no sé exactamente porqué, me dio un mareo y decidí regresar antes de que me ahogara y me llevara la corriente hasta el océano (o más allá).

El caso es que de regreso, me tumbe en el césped y de vez en cuando levantaba el tobillo para mostrar su estado. A los pocos instantes la pareja de socorristas vino en mi auxilio, echándome una especie de Reflex (que en este caso no era muy efectivo) y un poco de hielo (más recomendable). Tras descansar un poco con el frío en el pie, nos organizamos un poco y David nos llevo en su coche a Prado y a mí a Urgencias del CHU.

Allí llegamos a las 19.30h (hora del incidente 18.30h). Nos pasaron a una sala de espera con cuatro personas delante. Aunque parezca increíble, no nos llamaron hasta dos horas después (21.30h), donde un estudiante de 2º de medicina nos atendió (no había ni un traumatólogo en todas las urgencias). El muchacho, pues hizo lo que pudo: tocó, palpó, giró y poco mas. No me dolía en demasía el pie, y podía girarlo relativamente bien. ¿Esguince o Fractura? Me envió a Radiología para esclarecer el misterio.

Tras otro ratito esperando en Rayos, una placa no del todo bien hecha, y un retorno al box inicial, nos tiramos esperando mas de media hora a que viniera alguien a examinar la Rx. Llegaron varios estudiantes más, examinaron el tobillo y se fueron. Al final, llegó el que parecía el jefe (tenía pinta de listillo, sería de 3º). Me dijo que, radiológicamente, el diagnóstico era más un fuerte esguince, pero que los signos clínicos (CRACK, rápida inflamación, y ausencia de un fuerte dolor a la movilización) eran claramente propios de una fractura.

Así pues, para prevenir, decidieron escayolarme el pie con una férula trasera inferior y ocho días de baja sin apoyar el pie. Eso si, eso de ser enfermero es un lujo, porque te tratan bastante bien (el médico me llevó empujando hasta fuera del hospital, en el parking).

De regalo, me llevé un análisis de sangre y un pinchotazo en la barrigota de anticoagulantes para evitar trombos (que deberé seguir haciendo durante una semana). Yo que soy un cagón, veremos a ver como lo hago. Y es que, desde la barrera se ven muy bien los toros ;). Creo que Prado va a aprender el oficio en estos días

La hora de salida del hospital fueron las 23.30h, cuatro horas después. Menos mal que solo fue un trauma en el pie.

Al día de hoy, un día después, me siento bien, sin dolor pero si con molestia, tanto a la movilización como a la escayola en si, pero está pasando correctamente.

¡Veremos a ver cuando me empiezo a desesperar por el aburrimiento!

PS: Se aceptan bombones, flores y todo tipo de regalos propios a mi situación.
PS: Aunque llevaba la cámara en el momento, perdónenme si no me acorde de echarle una foto a mi tobillo a punto de caerse.

1 comentario:

  1. Soy una enfermera como la copa de un pino, jejeje modestia a parte. Hoy he puesto mi primera inyección: todo controlado y sobre ruedas; lo mejor es que podré seguir jugando a picar durante 7 días más.
    Ánimo enfermito! que ya queda un día menos de estar sentado con al patita en alto.

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