La entrada anterior me ha obligado a recordar años pasados, en los que uno estaba a salvo de tanta estupidez y decadencia humana.
Y divagando, divagando, he llegado a una conclusión. Para mi sólo existe y existirá un único y genuino koala:
¡Qué recuerdos me traen esta genial serie! Personajes como el egocéntrico presentador Bob Detroit, la odiosa Rebeca, el malvado cazador Ivan o la delirante pareja del Sr. Trombonetti y su ayudante Paolo (“¡¡Aplaude Paolo!!”)
Todos querían echarle el guante al pobre animal. Y qué pena me daba cuando Mofli estaba en peligro. Se me ponía un nudo en la garganta. El animalillo era la ternura en persona y te daban ganas de estrecharlo muy fuerte contra ti (más de una vez le pregunté a mi madre la posiblidad de tener un koala en casa :-)
La serie transmitía el respeto a la naturaleza y la amistad y demás cosas que le vienen bien a un niño de 10 años, y no el ver a cuatro muñecas vestirse como las Spice Girls o a una criatura amarilla combatir con bichos aún más feos.
En definitiva, Mofli es una de las series de las que mejor recuerdos guardo de mi infancia.
Y aquí, en Youtube, podéis ver y escuchar la mítica canción:
Habrá que creer…
Hace 11 años
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