jueves, 24 de enero de 2008

El concurso de murgas: tercer día

Acabo de llegar del López (bueno, en verdad del pub La Buhardilla, lugar de descanso y oración de los murgueros tras las actuaciones) y rápidamente quiero decir un par de cosas.

Desde la última fila del anfiteatro, estas son mis impresiones:

Ese es el Espíritu. Geniales, para mí, los mejores de la noche. Ritmo, mucho ritmo, con gracia y salero. Me he reído toda la actuación. Los veo en la final, ¡ojo!

La Mascarada. Tuvieron sus puntos, vestidos de videntes, con un disfraz que daba mucho juego. El Carlos Jesús de Raticulín era un puntazo, el tío.

Ad Libitum. De nunca han sido santos de mi devoción, pero no se puede negar su arte. Tienen tablas, y eso se nota. Los pasodobles fueron muy buenos.

Los Agüitas. Su puesta en escena, seguramente la mejor de este año (aun faltan dos días). De hombres invisibles con un traje fluorescente naranja. Sin embargo, no tenían la confianza de otros años y en el repertorio estuvieron fallones. Gran calidad musical, y los temas elegidos, muy "agüitas". Para mí, sus pasodobles son los mejores que llevo escuchados.Pasarán a las semifinales seguro, y allí deberán enmendar los errores de hoy.

Vivo con el miedo. Murga debutante y eso se ha notado (aunque eso no debe servir de excusa). Sin gracia, sin chispa y partes ininteligibles. Eso sí, la referencia a la película "Este muerto está muy vivo", muy buena. Ojala en los siguientes se esmeren un poco mas.

La Tarasca. Tuvieron sus momentos, aunque sin sobresalir.

Mira lo que viene. También debutantes, aunque superiores a los otros. No cantaron bien, y había partes que no se escuchaban, pero se vieron ocurrencias buenas, como el recién nacido o el barco llegando a la orilla. No quisieron aspirar a algo serio, y les salió bien la jugada.

Dije algo rápido y ya llevo unos cuantos párrafos. Pero no quiero irme sin antes comentar una manía muy de moda en el concurso y que a mí, particularmente, me saca de quicio: los gritos de ¿ánimo? a las murgas por parte del público.

Podría aceptar que berreasen antes de empezar la actuación o al final, pero, ¿en medio de ella, cuando los intérpretes están cantando su repertorio? No hace bien a nadie. A las murgas porque para empezar no escuchan nada, y de escuchar, se desconcentran. Y sobre todo al público de alrededor, que aparte de ser molestado con el grito del tontito en pleno oído, impiden escuchar adecuadamente la letra de la canción.

Y curiosamente, esa gente que grita son los que se piran en cuanto canta la murga a la que animan. O sea, que son los que boicotean el concurso de murgas.

Y ya sí me voy, que es muy tarde. Mañana, si tengo tiempo (y sé), les subo algún vídeo. Dulces sueños.

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