lunes, 22 de enero de 2007

Desmontando teclados

Este fin de semana me he vuelto laborioso. Y una de las cosas que he hecho ha sido limpiar el teclado del ordenador porque estaba ligeramente sucio.

Esto sucedió el sábado por la mañana… y hasta hoy no he vuelto a conseguir que funcione.

De hecho, ayer me acosté con la idea de que me tendría que comprar otro pues me lo había cargado. No ha sido así, y finalmente, esta mañana ha vuelto a andar cual Lázaro con Jesús.

La historia fue la siguiente:

El sábado desmonté todo el teclado, levantando las cubiertas, quitándole las teclas y recolectando las gomitas amortiguadoras. Todo iba como la seda, frota que te frota con el alcohol y el algodón hasta que volvió el momento de montarlo todo de nuevo (el proceso es más laborioso de lo que parece, y estuve rato a rato entre todo el fin de semana)

Anoche domingo, volví a poner cada cosa en su sitio, sus gomitas, sus teclas, sus tornillos y lo conecté al ordenador. Resultado: LA MITAD DE LAS TECLAS NO FUNCIONAN.

Vuelta a quitar los tornillos y a ver que le pasa. Rearmar y conectar: CERO (ni siquiera lo detecta)

Otra vez a quitar tornillos (como son pocos…), quitar la cubierta, no tener ni pajolera idea de porqué falla y volver a montar. NADA

Así hasta que me aburrí y lo mandé a tomar por culo. Por cuatro euros que vale un teclado no me iba a romper la cabeza. Lo peor era el incordio de ir a la tienda.

Pero resulta que esta mañana, mientras mi madre barría la habitación, se encuentra una pieza de goma tirada en el suelo. -. ¿Esto vale?- me pregunta. Vaya que si valía. Era la pieza que me faltaba, el santo grial de los teclados.

Raudo fui a desmontar (otra vez) el teclado y a instalarla. Ilusionado, lo conecté y… LA MITAD DE LAS TECLAS NO FUNCIONABAN. Bueno, nos vamos acercando.

Por enésima vez, quité tornillos y cambié la pieza de posición. Y esta vez, por fin, el teclado empezó a funcionar correctamente. Tecla por tecla.

Y esta ha sido mi bonita historia de amor con el teclado, donde lo he conocido a fondo y me ha dado sus disgustos, pero al final nos queremos como el primer día.

FIN


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· Elf

2 comentarios:

  1. Casi se me saltan las lágrimas con la historia. Más emocionante que Rocky Balboa. La última vez que lloré tanto fue cuando descubrieron al moro suicida en los atentados del 11-M

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  2. En verdad lo que casi salta es el teclado por la ventana al ver que no funcionaba.

    Pero se salvó el jodio... y eso que la A falla de vez en cuando.

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