Esta ciudad es bastante peculiar.
Hoy ha llovido durante un par de horas escasas y ya estamos como siempre. Toda la ciudad colapsada. La gente se vuelve loca con los coches: atascos, frenazos pitidos...
Pero tambien: las calles inundadas, las alcantarillas que no achican el agua... un despisporre total.
El caso es que, habiendo salido hoy con un sol de impresión, cuando empezó a caer la marimorena estaba en el centro y en camiseta de manga corta. Asi que me vi obligado a coger el autobús que regresara a casa.
Y ahí empezó la verdadera odisea. Me planté en la parada a las 13.50h a esperar al nº6. Enseguida me di cuenta que ese sentido era el opuesto al que quería ir (y ademas muy opuesto). Tuve que ir a otra parada cercana que si iba en el sentido correcto.
El caso es que el autobús no pasó hasta ¡¡¡CUARENTA Y CINCO MINUTOS!!! después.
Es decir, que me puse a esperar el bus a las dos menos diez (o menos cinco en la otra parada) y no llegué a casa hasta una hora y media despues. Y todo para un recorrido de 15 minutos a pie.
Para que luego me salga el Teniente-Alcalde y me asegure que el bus funciona a la perfección.
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Habrá que creer…
Hace 11 años
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