A la carcel por una zapatilla

¡Increíble!.

Leo en elmundo.es que: "Orden de alejamiento y tres meses y 21 días de prisión por pegar a su hija con una zapatilla".

Al parecer, la hija le mandó a tomar por culo y él le endiñó con la zapatilla, causándole eritema en el brazo (menos monsergas: se le puso el brazo rojo), y hematoma en el muslo (ya será menos).

Es decir: "hija falta respeto al padre - padre le atiza con la típica zapatilla de cuadrados negros y grises - hija le denuncia ante el juez - el juez mete en la cárcel al padre"

¡Qué fuerte, qué fuerte! Ya de por sí que la hija, con 16 años, lleve a su padre a juicio. Y encima que gane. El juez le tenía que haber dado otra ostia, pero esta en la cara, a ver si se le quitan las tonterías.

Pero en vez de eso, el magistrado va y encima insulta al padre: "obedeció más a la debilidad emocional del sujeto y a la provocación de la hija que al propósito del primero de lesionar la integridad o la dignidad de la menor". Débil emocionalmente... y se queda tan ancho.

También es cierto que todo esto lo digo pensando en una familia normal, que a saber lo que podría haber metido en esa casa.

No defiendo los malos tratos a los niños, desde luego, pero si que creo ferviertemente que una galleta bien dada ahorra tiempo y disgustos, tanto a los padres como a los niños, como a la sociedad.

Pero ahora, los malos son los padres y los profesores, nunca el retoño. Porque... ¿quién puede matar a un niño?