Hoy en el telediario de T5 he visto una noticia de la que ya me hablaron ayer. Trata sobre un hombre que le pegó una paliza de impresión a un pastor alemán con un palo más gordo que mi brazo y de un vecino que lo grabó y lo ha denunciado. El sinvergüenza tiene además una denuncia anterior de maltrato de seis mil euros, o sea que es reincidente. El caso está que el denunciante y el denunciado han acudido hoy al juzgado.
No sabéis lo que me ha cabreado ver a veinte o treinta vecinos de la zona apoyando al maltratador, con gritos de ánimo y esperanza.
Encima, no contentándose con esto, esta panda de borregos subnormales han abucheado al vecino que presentó la denuncia y se han encarado con él, hasta tal punto que ha tenido que salir escoltado como si fuera él el criminal.
Me parece indignante que a un tío que le pega una paliza de muerte a un pobre perro, el cual encima estaba atado, pero que ni siquiera hizo ademán de protegerse, le encumbren y le vitoreen; y al señor que con dos cojones ha denunciado a ese bárbaro, tenga que salir con la cabeza gacha como si hubiera hecho algo malo.
Si yo fuera el juez, ni dinero ni tonterías: que el criminal recibiese tantos palos como los que le metió al perro, a ver si para la próxima vez vuelve a coger una varita.
Por cierto, que el animal murió al final :-(
Habrá que creer…
Hace 11 años
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