¡Viva el vino! (y las tintorerías coreanas)

Iba a hablar de la gilipollez que soltó ayer Mr. Ansar, pero, haciendo un gran esfuerzo, y con la máxima de hablar lo menos posible de política en el blog, cambio de tercio (aunque no de tontos diciendo tonterías):

Leo: “Un juez de EEUU pide 67 millones de dólares a una tintorería por perder unos pantalones”

Según reza el artículo, un juez de Washintong llevó sus pantalones a la tintorería de la familia Chung para ir impecable a su primer día de trabajo.

Cuando fue a por ellos, no los tenían y en un primer momento, el jurista reclamó por daños algo más de mil dólares.

Pero después se lo pensaría mejor y fue subiendo la suma hasta alcanzar los 67 millones. Y es que, según la ley, la multa por no tener una prenda es de 1.500 dólares por día (y fue hace 10 años). Y como son tres los propietarios, pues multipliquen.

Los pobres dueños le han ofrecido ¡doce mil dolares! como indemnización, pero nanai.

Además, pongámonos chulos: el juez les pide medio kilo más por (cito) “el sufrimiento mental, molestias e incomodo originado por no poder lucir su prenda favorita”. Y no termina aquí la cosa; también les pide el coste de un coche de alquiler por tener que llevar la ropa a una tintorería más lejana.

La familia, por la cuenta que les trae, está pensando en volver a Seúl ante la que le puede caer.

Hay cosas que solo pasan en Yankilandia (esto, y nombrar a Ansar como profesor de universidad).


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