Un Paseo por la Comisaría

Esta mañana he ido a una comisaría. Sí, efectivamente, pero no era para mi, sino para Marta, a quien le robaron la bici el otro día. Pero no hay que preocuparse, porque ahora tiene una super Peugeot color "verde-bici" de 3 velocidades con frenos de disco, lo menos.

El caso es que la bici robada era una de esas de alquiler, que pone el ayuntamiento a disposición de todos, gratuitamente; pero que si te la roban tienes que pagar 200 euracos. Al parecer, y según le dijeron, si denuncias el robo y presentas la denuncia al ayuntamiento, te libras de pagar la bici (David dixit).

A lo que iba, la comisaría. 9 de la mañana, tempranito. Después de ir a la Gendarmerie y decirnos que allí no era, emprendemos la busqueda de la comisaría. Por la estación de tren nos dijeron... Allí no había comisaría alguna. Volvimos a preguntar, esta vez a dos gendarmes (que más que vigilar, descansaban) y nos redirigieron a una plaza cercana.

Una vez en la plaza... mercadillo!! Todo apestado de puestos y gente! No se veía nada de nada. La tercera pregunta de la mañana: "Est-ce que vous pouvez m'indiquer où se trouve la comisariat, SVP?" Vaya por Dios, en la otra punta de la plaza :-

Una vez allí, un señor policía con el pelo engominado y de punta, nos tomó nota y nos hizo esperar. Al cabo de unos minutos, una señorita nos recibió y nos hizo pasar a una sala. El diálogo que siguió fue el típico en las denuncias: "cuándo se la robaron""dónde" "marca, color..." En lo de la marca hubo discrepancias porque, curiosamente, estas bicis no tienen marca y lo único que queda marcado en el cuadro es "Ville d'Angers". La señorita no parecía entenderlo muy bien y después de preguntarnoslo 2 veces y mirarnos con cara de tontainas, salió fuera para, digo yo, preguntar a sus compañeros el asunto de la marca. Lo primero que dijo al entrar de nuevo fue: "Pues nada! Sin marca entonces" (si ya se lo habíamos dicho nosotros, mujer)

Total, que, una vez firmada la denuncia y demás papeles, cogimos y nos fuimos al sitio de las bicis. Allí, después de entregar los datos y los documentos, le preguntamos al monsieur lo que pasaría. El hombre respondió: "Hija mia, si la bici no aparece, no te librará de pagar los 200 euros ni Chirac" ¡Qué le vamos a hacer!

Y ahí terminó una entretenida mañana de policías y bicis, con mi primera visita a una comisaría francesa en 2 años y con la decepcíon de que la denuncia no sirvió de mucho.