Hay gente lista en Internet. Muy lista. El problema para los demás es cuando esa gente lista se pone a molestar al resto.
Y una de las mayores molestias de los últimos tiempos es el
SPAM. El SPAM, grosso modo, es publicidad no deseada, normalmente en inglés y de sexo o medicamentos, que inunda sin compasión los buzones de correos día tras día.
Para facilitar la tarea a los
spammers, se crearon programas automáticos que generaban correos electrónicos y que se registraban ellos solitos en diferentes paginas webs con acceso a miles de direcciones de mail a las que mandar su publicidad.
Y para ello se creó el método
CAPTCHA, que no es otra cosa (a pesar de su nombre raro) que el sistema de introducir para registrarse unas letras y números al azar, sobre fondo irregular, para que sólo una persona pueda verlo, y no una máquina. Así, evitas el registro masivo de miles de direcciones con el único fin de generar spam.
CAPTCHA es el acrónimo (en inglés) de:
Prueba de Turing pública y automática para diferenciar a máquinas y humanos.
¿Y por qué les cuento todo esto, queridos lectores? Porque para comentar en este blog tengo instalado este sistema de verificación. A mi nunca me ha dado problemas pero sé de gente que me comenta que a la hora de escribir un comentario tienen más dificultades de la cuenta.
Este método no es perfecto, y para gente menos experimentada puede suponer un jeroglífico sin comprender qué hacer con las letrucas que salen en pantalla.
Así pues, he decidido probar a ver cómo sería la vida de este blog sin la verificación de palabras en los comentarios. Sé que me expongo a que de vez en cuando haya un comentario en inglés sobre
viagra,
sex o
pennis, pero quiero ver hasta que punto es soportable el borrar esos comentarios de vez en cuando.
Así que ya saben, a partir de ahora, y en periodo de evaluación, vamos a hacer más fácil el sistema de opiniones, para que ustedes no tengan ningún problema a la hora de quejarse. ¡Faltaría más!
Más información:
Método CAPTCHA (Wikipedia)
SPAM (Wikipedia)