El Ayuntamiento de Badajoz, con Miguel Celdrán al frente y Monago moviendo los hilos en la sombra, ha vuelto a destacarse con una de esas decisiones a las que nos tiene acostumbrados de vez en cuando.
Para este verano se gastarán ni mas ni menos que 44.233 euros (que se dice pronto) en flores. Sí, en flores, para adornar una ciudad que ya de por sí está adornada con baches, agujeros y desperfectos por doquier.
¿Monago quiere flores? Que se de una vuelta por el Puente Palma y tome nota de cómo está el cabezal derecho: cardos y ortigas, matojos, basuras, ratas...
¿Ha dicho naturaleza? Que también vaya al Fuerte San Cristobal, principal fortificación de tipo Vauban de la ciudad y que está abandonada a yonkis e indigentes.
Y ya que está en mi barrio, que tire dirección a la estación de trenes, a ver qué le parece el estado de la Avenida Carolina Coronado.
O que le pregunten a la madre de mi amigo Isak por las aceras y los efectos sobre las tibias.
Y lo mas gracioso de todo esto es que esos 44 mil euros van a ir a los barrios que todos sabemos.
Habrá que creer…
Hace 10 años
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