Los que me leen de vez en cuando deberían saber qué opino de la Formula 1 actual, aburrida a más no poder.
Sin embargo, de vez en cuando este circo nos sorprende con una carrera divertida y vistosa, donde nadie sabe qué va a pasar en la siguiente vuelta.
La de hoy en Silverstone ha sido una de ellas.
Parecía que el mítico circuito quería reivindicarse ante la última vez que el campeonato rodará sobre su asfalto.
Para ello, se ha servido de una climatología totalmente loca, donde diluvió e hizo sol al mismo tiempo, consiguiendo que solo los pilotos más diestros pudieran acabar la carrera.
Aún así, prácticamente nadie se ha librado de realizar algún trompo y correr el riesgo de no finalizar. El record ha sido para Massa, con cinco.
También tiene mucho que ver la suerte y el ingeniero de cada equipo, donde éste ha vuelto a cagarla en el equipo Renault.
Sin embargo, hay que destacar el CARRERÓN (con mayúsculas) que ha hecho Hamilton, quien ya no cuenta este año con la telemetría de Alonso. Ha estado rodando toda la carrera, con el chaparrón que estaba cayendo en tiempos impresionantes; y cuando tenía todo asegurado, se ha permitido el lujo de ir a doblar a todo el mundo, sacándole una vuelta al cuarto (Raikkonen).
Lo triste ha sido ver como, desde la cabina de comentaristas (el "calvo de los cojones" y el otro), se esforzaban en echar por tierra todo ese trabajo, desprestigiando al piloto sin cesar llamándole irresponsable, loco y deseando que se saliera. Me hubiese gustado verles sus caras, porque seguramente estarían verdes de envidia.
También se habló por aquí:
Habrá que creer…
Hace 11 años
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