jueves, 22 de febrero de 2007

El entierro de la sardina


Ayer por fin acabó el carnaval. Hoy la ciudad está tranquila, apenas hay movimiento. Han sido cinco días de demasiado ajetreo, de aquí para allá sin parar ni un momento. Y el carnaval se cerró con el tradicional entierro de la sardina en el barrio de San Roque.

En la mañana del martes de carnaval, toda la fiesta se traslada a este barrio, donde los supervivientes de la noche anterior empalman con la luz del día para ver desfilar a las comparsas (o al menos a una buena parte de sus integrantes, pues hay muchos que no consiguen acabar la noche). Después del desfile, se asan y se reparten sardinas gratis para todos los asistentes.

O al menos, eso cuentan las crónicas, porque realmente nunca he conseguido aguantar hasta siquiera las 11 que empieza el desfile. A este acto van, sobre todo, familias y fiesteros trasnochadores por igual.

Pero, ¿por qué se celebra esta fiesta? Según el periódico local es por lo siguiente:

Según dice la historia, el entierro de la sardina es una costumbre que procede del siglo XIX y que simboliza el inicio de la Cuaresma -es decir, los 40 días que faltan hasta el Domingo de Ramos- y la prohibición de comer carne todos los viernes antes de que dé comienzo la Semana Santa. Se simboliza con una sardina porque, según dicen, es lo que consumía la población con pocos recursos en aquella época.

Actualmente, este acto significa en muchas ciudades de España, entre ellas Badajoz, que ha llegado el fin de los Carnavales (la fiesta de la carne).

Pues eso, que se fue Don Carnal y llegó Doña Cuaresma. ¡Hasta el año que viene, viejo!


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· El Fantasma de la Ópera

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