No sé si estaréis al tanto (alguno habrá despistado), pero hoy es la final de la Copa de Europa. Y la van a jugar el Barcelona y el Arsenal. Y la van a jugar en París, a 300 km de mí. Este sí que es el partido del siglo, y no los trescientos que llevo oído ya sólo en esta temporada.
El problema está en que, aun estando cerca, el conseguir una entrada no es tarea fácil, y descartando la opción de pagar más de mil euros por una, nos quedaba la posibilidad de irnos a París esta tarde y ver si en los alrededores del estadio, minutos antes del partido, los reventas se ponían de rebajas.
Al final, lamentablemente, nos quedamos en Angers, más que nada porque soy el único culé y estos rabiosos madridistas no quieren ver en directo la gran victoria blaugrana. ¡Una lástima!
En su lugar, iremos esta noche al irlandés, sede oficial española de partidos retransmitidos (después de mi casa, claro está), donde, rodeado de ingleses, esperaremos disfrutar casi tanto como si estuviéramos in situ.
Una porra está en proyecto, a 2 euros la apuesta (¡¡vamos fuertes!!!), y particularmente, veo tan clara la victoria que me he apostado con Jean Paul 10 eurazos a que ganamos esta noche.
Lo malo de apuestas como estas, es que si pierdes, aparte del disgusto de la derrota, tienes que aflojar la pasta como un desgraciao… Confiemos en San Ronaldiño y sus 10 Apóstoles.
Mañana podréis reíros de mi a través de este post, si fuera así el caso (¡para que veáis que pienso en vosotros, merengones!)
Habrá que creer…
Hace 11 años
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