sábado, 8 de abril de 2006

Angers' Live: Mi Nuevo y Flagrante Seguro Complementario de Salud

El post anterior sobre la sanidad francesa viene a raíz de mis ultimas actividades en ese campo.

Desde que llegué a Francia (va ya para 3 años) nunca me quise hacer la mutua de salud pues nunca tuve la necesidad de ir al médico. Era arriesgarme un poco porque un accidente te puede llegar de improvisto, pero afortunadamente, no pasó nada de eso. El caso es que el verano pasado, un diente empezó a hacerme la puñeta. Fui al dentista (una dentista, y muy guapa) y salió a la luz que tenía el primer molar picado por el lateral. Como debía irme de vacaciones, me hizo un empaste provisional (que se asemeja a un poco de masilla en el diente) y a supervisar durante algunos días. El empaste la verdad es que mejoró muchísimo la situación, pues antes era beber agua y ya veía las estrellas. Pero a pesar del empaste, de vez en cuando sí me daba algún que otro viaje al comer o beber.

Total que volví de vacaciones y fui a ver a mi querida dentista diciéndole que aún había flecos que pulir. Fue entonces cuando la mujer me dijo que en ese caso habría que matar el nervio y poner una corona. Como todo eso fue en francés y de improvisto (¿qué coño era una corona?) me acojoné un poco y le dije que mejor dejarlo porque en breve me iría de Lyon (lo cual era cierto) y ya me lo haría en donde estuviese.

Preguntando, me enteré que la corona es simplemente una endodoncia y que el precio era de unos 600 euros. Si nos acordamos del post anterior, yo tendría que pagar de mi bolsillo treinta mil de las antiguas pesetas, así que decidí sacarme la mutua un día de estos e ir al dentista cuando estuviese en Angers

Ese “un día de estos” significó mas de 8 meses y aquí es donde nos encontramos ahora, en marzo del 2006, con el cabrón del diente de nuevo en acción y encima con un hueco en el premolar contiguo.

Así pues, y ya decidido de contratar el seguro, me dirigí a la oficina de la Mutuelle de l’Anjou, donde me explicaron como funcionaba todo y el precio que tendría que pagar. Finalmente me cogí la 2ª más cara, pues era la que más margen monetario te daba en la óptica y en el dentista (que es para lo que yo lo quería). Al final me la llevé por 25 euros al mes, rechazando el seguro de vida que me ofrecían por 4 euros mas (no pienso morirme por ahora). Te obligan a estar un año, pero con un certificado de empadronamiento de otra ciudad te dan de baja, y el mío pacense les será enviado gustosamente en cuanto me haga la corona (ventajas de la doble residencia ;-)

El tema de los dientes quedaba así: para empastes y demás actos dentarios, reembolso del 100%, y para los implantes de prótesis y endodoncias, te reembolsaban el 175% (ese 75% es, según entendí yo, por si el dentista al que vas es un carero)

Y ahí me teníais, feliz con mi nueva mutua, dispuesto a pasar ese suplicio bucal por el bien de mi dentadura.

Sólo me quedaba pedir cita para el médico y eso fue lo que hice, una rendez-vous chez le dentiste para comenzar con el jaleo.

(Continuará…)

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