Ayer fuimos a ver Cabaret, y he decidido hacer la reseña con el mismo estilo que en mi blog de cine, aunque mucho más extensa.
Berlín, años 30. En una Alemania pre-nazista, el club más alocado de toda la ciudad nos abre sus puertas.
De los creadores de Chicago, y con una mítica adaptación cinematográfica a mediados de los 70, nos encontramos ante uno de los musicales con más exito de los últimos tiempos en el panorama español, lo cual no significa que sea el mejor.
La historia es conducida por el maestro de ceremonias del club, personaje que consigue sobrellevar el peso de media obra. Un apunte original es la situación de la orquesta, normalmente en el foso, y que aquí se ubica en la parte alta del escenario, interactuando en ocasiones con la historia.
El reparto principal cumple con creces en su papel interpretativo, aunque sin embargo ciertas bailarinas no consiguieron transmitirme la más mínima sensación. Las voces tienen una gran calidad y la orquesta sabe muy bien lo que hace.
El maestro de ceremonias consiguió conquistar al auditorio con su chispa y desparpajo, y para él fue la mayor ovacion de la noche. Particularmente, yo me quedaría con la pareja de ancianos, notándose las tablas en sus interpretaciones, regalándonos los mejores momentos de la obra.
La puesta en escena, aun sin ser sobria, no destaca por su espectacularidad, y es aquí donde se nota el reducido tamaño del Lope de Ayala, teniendo los actores, en ocasiones, que sortear el atrezzo cuando cantaban y bailaban.
Los números musicales esta bien planificados e interpretados, pero no me hicieron vibrar en demasía. "Money, Money, Money" incluso me defraudó un poco al estar oyendo la canción desde bien pequeño y esperarme algo mas intenso.
En el primer acto me pareció que la historia avanzaba entre números musicales, sin saber exactamente qué contarnos. Me quedaría con el himno "Wilkomen to Cabaret", "Mañana me toca a Mi" (reprise) y "Vengan al Cabaret".
El esquema musical, sobre todo al principio de los temas, recuerda bastante a Chicago, aunque no ofrece la sensación de repetición.
En definitiva, y aunque yo sea más "pro-Webber", satisfecho con la experiencia y contento con los 45 € invertidos; y que lo poco que viene a Badajoz debería ser todo un éxito y promover más iniciativas como estas.
Lo Mejor. "Mañana me toca a mi", sin duda la canción más espectacular.
Lo Peor. Le cuesta arrancar y ubicarse.
¿Recomendable? 2 horas y media de puro disfrute
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