Tras un puente extralargo y un extenso parón blogero (como el de medio país), retomamos el pulso a “Nueva Era” con el asunto Pinochet (NOTA: voy a intentar evitar el uso de palabrotas, por respeto a los lectores)
Como todos sabréis, Pinochet murió el domingo pasado a los 91 años. Mucho ha durado este sinvergüenza hijo de su madre, que al final se va sin que la justicia hubiera echado las zarpas sobre el, pero sabiendo que al final, el era el malvado, que el mundo estaba en contra suya y que la gran mayoría del país le odiaba.
El viernes pasado, viendo CQC, uno de sus reporteros, que ni siquiera era español, se vio vilipendiado por una serie de fanáticos subnormales que descargaron sobre él todo su odio frente a España y los españoles. Al final tuvo que salir escoltado por la policía ante el riesgo del linchamiento. El broche del reportaje por parte del periodista hizo notar el estado de exaltación de éste, al recomendar a los españoles que no visitaran Chile (yo al menos lo visitaría, pero mejor no diría que soy español, por si acaso)
Se puede considerar un caso aislado por parte de un minoritario grupo de personas para hacerse notar. Pero hoy, leyendo elmundo.es, me encuentro esto:
"Partidarios de Pinochet insultan y agreden al equipo de TVE en Santiago de Chile"
(En la página está el video con los incidentes)
Me parece bastante preocupante que, aun muerto el dictador, su espíritu aún esté presente en unos cuantos hijos de puta que tienen un odio visceral a España porque hicimos lo que los británicos (ni nadie en el mundo) tuvieron los cojones de hacer.
Un triste asunto, sin duda.
Como todos sabréis, Pinochet murió el domingo pasado a los 91 años. Mucho ha durado este sinvergüenza hijo de su madre, que al final se va sin que la justicia hubiera echado las zarpas sobre el, pero sabiendo que al final, el era el malvado, que el mundo estaba en contra suya y que la gran mayoría del país le odiaba.
El viernes pasado, viendo CQC, uno de sus reporteros, que ni siquiera era español, se vio vilipendiado por una serie de fanáticos subnormales que descargaron sobre él todo su odio frente a España y los españoles. Al final tuvo que salir escoltado por la policía ante el riesgo del linchamiento. El broche del reportaje por parte del periodista hizo notar el estado de exaltación de éste, al recomendar a los españoles que no visitaran Chile (yo al menos lo visitaría, pero mejor no diría que soy español, por si acaso)
Se puede considerar un caso aislado por parte de un minoritario grupo de personas para hacerse notar. Pero hoy, leyendo elmundo.es, me encuentro esto:
"Partidarios de Pinochet insultan y agreden al equipo de TVE en Santiago de Chile"
(En la página está el video con los incidentes)
Me parece bastante preocupante que, aun muerto el dictador, su espíritu aún esté presente en unos cuantos hijos de puta que tienen un odio visceral a España porque hicimos lo que los británicos (ni nadie en el mundo) tuvieron los cojones de hacer.
Un triste asunto, sin duda.
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