lunes, 30 de noviembre de 2009

Turquía: El viaje


Cuando contratamos el viaje a Turquía, ingenuo, pensé que, dadas las fechas, iriamos cuatro desocupados que no tenían nada mejor que hacer en el frio noviembre.

Craso error, porque lo que nos encontramos aquella mañana en Barajas fue todo lo contrario.


Tres vuelos charter hasta la bandera con más de 600 personas que iban a volar con destino a Capadocia. Al mismo tiempo, en otras ciudades españolas, más aviones despegaban rumbo al mismo sitio.

Es decir, que Turquía iba a llenarse de turistas extranjeros ávidos de nuevas experiencias.

Tiene su importancia en todo este éxito el precio: 200 euros toda la semana en hoteles de 5 estrellas.

El guía nos explicó el secreto: el Gobierno Turco subvenciona los viajes para que entre dinero en el país. Lógico: los turistas van por cuatro duros y eso permite que se puedan gastar más dinero en otras actividades, como excursiones, viajes en globo o compras de artículos autóctonos, lo que provoca que el dinero se mueva por la economía turca y no se quede en las arcas de las compañías aéreas y hoteleras (que son extranjeras)

El vuelo duró 4 y media. Los vuelos de ahora con los aviones modernos son muy entretenidos, porque durante el viaje hay una pantallita que te muestra tu posición en cada momento. Así, uno puede saber perfectamente qué ciudad es la que está viendo a lo lejos. Antes, había que averiguárselas calculando más o menos el tiempo de vuelo y el tamaño de la ciudad. Vimos Valencia, Mallorca, Ibiza, el tacón italiano,... despues llegaron las nubes y todos a dormir.

Aparte, la pantalla te dice la velocidad, la altitud, la temperatura exterior, los kilómetros recorridos/ por recorrer... ¡Para los curiosos como yo es todo un lujo!

Al llegar a Turquía, a pagar 15 euros por el visado. Nos recibieron con una cámara de infrarrojos para detectarnos la Gripe A. ¡Qué atentos! Allí nos recogió un autobús y un guía que estuvo con nosotros toda la semana y que acabó bastante harto de españoles.

A la vuelta, salimos de Antalya a las 4 de la mañana, así que ni pantallita ni leches, todos durmiendo (o intentándolo) hasta que aterrizamos en Barajas.

3 comentarios:

  1. Yo encontré la posturita en el avión y me pasé prácticamente todo el vuelo dormida, lo siento por los que son más largos.

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  2. Yo no sabía si ponerme del derecho o hacer el pino :-S

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  3. Si te sirve de consuelo, yo soy más bajito y tampoco consigo pillar la postura, preguntale al Willy el movimiento pendular de mi cabeza!!!jajajaja

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