martes, 7 de agosto de 2007

De paseo por Córdoba (II)

En el post anterior, nos habíamos quedado a punto de entrar en la Mezquita árabe.

Hay que decir que el precio (ocho euros) es algo caro, pero desde la óptica española, porque en otros países europeos, aun para visitar cualquier castillo cochambroso o abadía vulgaris, de los siete euros no baja (y de ahí para arriba).

La Mezquita, de todos modos, bien vale la entrada. Es una construcción fantástica. Ya en los jardines del interior, con sus naranjos y palmeras, te sorprendes ante su belleza, y en el interior, con multitud de arcos de herradura bicolores (más de 370). Está dividida en varias zonas, según su arquitectura y estilo. Lo más curioso es que vas andando entre los arcos, observando el prodigio árabe, y de repente te topas con una cruz o un Cristo. También debo decir que lo que menos llama la atención es la parte cristiana. No hay que dejar de visitar el Mihrab (foto), que es el lugar que mira a la Meca.



Después de un sinfín de fotos y de ver todos sus rincones, nos dirigimos a la judería y la Sinagoga, aunque no llegamos a tiempo pues cerraban a las 17h. Entonces decidimos callejear y dejarnos llevar. Arribamos al cabo del rato a la Plaza de Las Tendillas (que debe su nombre porque antaño hubo muchas tiendas pequeñas), ya en el Córdoba mas moderno, donde había bastante ambiente. Allí esperemos a que el reloj diera la hora y escuchamos una breve melodía a guitarra española.

Y de las Tendillas a la Plaza de la Corredera (foto), pasando por restos de la Corduba romana. La plaza de la Corredera recuerda a la Plaza Mayor castellana, amplia en espacio y con colores muy vivos. Nos tomamos un refrigerio y, pensando que dada la situación, sería caro, nos sorprendió por su reducido precio.


Y ya de allí, seguimos callejeando, pasando por varias iglesias, el conservatorio, una casa que sale en el Quijote (con placa incluida) y ya por fin hasta los Jardines de la Victoria, arteria principal de Córdoba. Los bajamos y acabamos de nuevo en el Alcázar, para regresar al hotel finalmente. En el trayecto, y con la noche ya presente, nos dedicamos a fotografiar de nuevo Córdoba, con su nocturna iluminación.

Una cosa curiosa; todos los establecimientos turísticos estaban prácticamente cerrados: bares, restaurantes, heladerías… Los visitantes deambulábamos por las calles buscando una terracita para sentarnos a disfrutar de un helado ante la bella mezquita. No hubo suerte. Al final nos contentamos con un helado del Burger King degustado en los escalones de la construcción árabe.

Próxima parada: El Palacio de Medina Azahara y la Sinagoga.

Entradas relacionadas en este blog:

· De paseo por Córdoba (I)


Últimas novedades en Golfa Sesión...

· Un ratoncito duro de roer

No hay comentarios:

Publicar un comentario