jueves, 16 de agosto de 2007

Tercer Congreso de Música de Cine de Úbeda: Sábado y Domingo (II)

Tras un madrugón, empezó el día con David Arnold, el compositor de Stargate, Independence Day o Casino Royale. Habló de la labor de enviar las demos al director y que éste te vaya encauzando sobre lo que quiere finalmente. A las preguntas, comentó el asunto de las canciones para las pelis de Bond.

Después le tocó el turno a un compositor de aquí, Roque Baños, autor de las gamberras Torrente e Isi/Disi, pero también de las más serias El Maquinista o Carreteras Secundarias. Fue una charla distendida donde el moderador se le fue su tono algunas veces (al recriminarle que le gustara Antonio Flores, por ejemplo), en la que Roque habló de su experiencia y que dejó un buen sabor de boca. Pudimos escuchar el tema principal de Segunda Piel





Tras Roque, hora de comer, a una pizzería cercana, y a las cinco, John Powell, que nos presentó una ponencia bastante peculiar, donde nos mostró el archivo de canciones de todos los tipos que tiene en su ipod y de las que se “inspira” a la hora de componer. Así, pudimos escuchar cantos gallegos, la famosísima Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak o soul americano de los años 40. Nos comentó que algunos de estos temas marcarían su próximo trabajo. Estaremos expectantes.





La siguiente charla fue de Nancy Knutsen, sobre la ASCAP (una de las SGA€ yanquis) y su labor de recaudar los derechos de autor en Estados Unidos. Asistió poca gente pero fue curioso saber como se las arreglan para ganar los dineros.

Esa noche fue el concierto, largo y muy disfrutable, del que ya hablaré otro día.

El domingo tocó un madrugón más grande aun que el del sábado. A las 11 estaba programada la sesión de firmas de compositores, por lo que nadie, aun habiendo dormido poco, se las quiso perder.

El problema fue que de la hora prevista, se pasó a un retraso de 2 horas y las firmas empezaron a la una de la tarde, puesto que los compositores habían pedido que se retrasaran para descansar. A mí eso me parece de puta madre, pero que podían haber avisado, pues también, porque realmente todos necesitábamos descansar.

La más perjudicada, la pobre mía, fue Prado, que tuvo que aguantar más de cuatro horas a una legión de freaks ilusionados, cual quinceañeras, por una firmita de sus ídolos.

A las tres y media salimos de allí y al final acabamos comiendo en un chino al lado del hotel porque todo estaba cerrado.

Por la tarde fue la mesa redonda con todos los compositores, muy divertida, y la charla de Bruce Brougthon, que nos habló de sus comienzos, de cómo fue adquiriendo proyectos cada vez más importantes y de sus anécdotas con los directores y productores a la hora de componer. Y llegábamos al final del congreso. Robert Towson organizó una party music donde nos mostró composiciones que se editarán en la próxima temporada, donde hubo piezas para todos los gustos.

Finalmente, la cena de clausura fue en un tablao, donde los asistentes pudimos deleitarnos con la actuación de un grupo flamenco que hizo las delicias, sobre todo, de los invitados extranjeros. Nosotros no prestamos mucha atención a la música, pero junto a la botella de manzanilla y el sprite (aka rebujito) nos reímos muchísimo analizando los días de congreso. Eso y el ver como Ray Costa intentaba lanzar al estrellato hollywodiense a nuestra Ana Laura. Un crack, este Horacio.

Eran las tres de la mañana y todo el pescado estaba vendido. Sólo nos quedaba hacernos una foto con el presi del Congreso: John Debney (centro). Y ahí se acabó Úbeda 2007.


congreso ubeda john debney
¡Hasta el año que viene!


Enlaces relacionados en el blog:

- 3er Congreso de Úbeda: Viernes (I)

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