jueves, 30 de marzo de 2006

Bélgica: Pasando la tarde en Gante

La siguiente visita de la jornada (recordemos, viernes 24 de febrero) fue Gante, aprovechando un sistema del transporte ferroviario llamado VIA que te permite hacer escalas en el trayecto.

Gante solo está a 40 kilómetros de Brujas, a medio camino entre ésta y Bruselas. Cuenta con un sistema de canales muy parecidos a los de Brujas y posee una gran riqueza artística y monumental. Además, Gante tiene el honor de ser la ciudad que vio nacer a nuestro emperador Carlos I de España y V de Alemania (¡qué tiempos aquellos de grandiosidad española…!) Vista la distancia con Brujas, llegamos en un plis. Anduvimos un rato sin nada interesante que ver (lo cual nos hacía presagiar lo peor) hasta que llegamos a la Gran Plaza, donde se encontraba el Ayuntamiento, la Catedral de San Bavón y el Beffroi.

La catedral (foto torre del fondo) es del siglo XI, de estilo gótico. La fachada es sencilla, coronada por una torre de 90 metros. de altura. En ella se bautizó al Emperador. En el interior hay un púlpito hecho en 1745 en mármol blanco y madera.

El Beffroi (foto torre principal) es una poderosa torre construida en 1313 de 91 m. de altura y coronada por una veleta en forma de dragón de 1380. En el cuarto piso hay un reloj de 1670 que tiene un carillón de 52 campanas. Junto al Beffroi se encuentra la Klokke Roeland (foto), que es una famosa campana refundida en 1660, después de que Carlos V hubiera ordenado la destrucción de la anterior que data de 1324

Mas adelante estaba la iglesia de San Nicolás (foto) (otra más en obras), enfrente del antiguo edificio de Correos, convertido ahora en centro comercial A esa hora el frío era ya bastante cruel, y nuestras paradas eran algo rápidas. Sin embargo, el bullicio en las calles era realmente sorprendente, y la gente iba de un lado para otro, ensimismada en sus compras y tareas.
Nos dirigimos sin demora al Castillo de los Condes, situado al otro lado del canal Leie, que divide a la ciudad en dos. El castillo es una impresionante fortaleza del siglo XIII rodeada de un foso, aunque el foso estaba un poco seco debido a las obras.


Seguimos paseando, siguiendo el canal y llegamos a la iglesia de San Miguel (foto), que pretendió ser la iglesia más alta del lugar pero cuya torre nunca se finalizó (lado derecho)

Para completar la visita fuimos a ver la opera y el palacio de justicia, que tienen poco que comentar, y de vuelta para la estación, que el tren estaba a punto de salir. Tuvimos tiempo sin embargo, para ver el Castillo de Gerardo el Diablo, aunque segun parece, Satán nunca vivió allí ;-)


En definitiva, Gante es una ciudad desconocida para la gente y es sin duda merecedora de una parada, pues sus calles, monumentos y canales son de visita obligada. A mí, Gante me sorprendió totalmente y disfruté mucho de su visita; y creo que no tiene nada que envidiar a su vecina Brujas.

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