sábado, 4 de marzo de 2006

Bélgica: El Pre-Viaje (I)

Con casi una semana de retraso me pongo a escribir lo que fue el viaje a Bélgica. En este viaje nos pasaron muchas cosas, demasiadas, que dan para el pre-viaje (hasta montarnos en el tren belga), el viaje (una vez pisado suelo bruselense) y el post-viaje (después de haber partido de Bélgica). En estos días os iré contando como fueron los hechos.

Hoy empezaremos con el pre-viaje. Todo comenzó allá por enero, el 22, cuando por Internet organizamos el viaje con el tren y el hotel. Dicho y hecho, en un plis lo teníamos todo preparado. El plan del tren era el siguiente:

Angers – París Montparnasse (7:15h – 8:50h) París Norte – Bruselas (10:10 - 12:00h)

y en la vuelta:

Bruselas – París Norte (18:40h – 20:05h) París Montp. – Angers (21:00 – 22:30h)


Todo calculado para que nos diera tiempo a coger todos trenes.

Los días fueron pasando y la ilusión fue creciendo. El lunes antes de irnos, a Prado le da por mirar los billetes y ¿qué nos encontramos? Que el tren de Bruselas a París (el Thalys) sale a las 19:40 y no a las 18:40, con lo cual llega una hora mas tarde (las 21:05) y con lo cual no llegamos a tiempo para el tren de Angers. Mal asunto, ha habido un error y se han equivocado al enviarnos los billetes. Para cerciorarnos, me dirijo al e-mail de confirmación que te envían cuando haces la reserva y ¿qué vemos? Desde un principio el tren ha estado reservado para las 19:40 ¡¡Sacré Bleu!!¡Imposible! No nos explicamos el error, recordando que a la hora de comprar los billetes lo comprobamos todo muy bien.

En fin, el error está ahí así que tenemos dos opciones, o avanzar el Thalys o retrasar el tren de Angers. Buscamos, buscamos… mala noticia, al ser sábado, el último TGV para Angers es éste de las 21:00. Solo nos queda avanzar el tren belga. Pero, y aquí comienza lo gordo, el billete no se puede cambiar (ni reembolsable ni cambiable). ¿Qué haremos? Después de reflexionar, decidimos que pasaremos la noche en la estación y nos vendremos a media mañana y con eso podremos ver alguna cosilla de París (el cementerio de Pere Lachaise, sin ir más lejos). Fuimos a la estación y cambiamos los billetes para el domingo a las diez de la mañana. Y con esa idea embarcamos.

Pero resulta que la noche antes de irnos, sobre la 1 de la mañana, Prado (una vez más) me pregunta si he imprimido el bono del hotel que nos enviaron los de la agencia. Mi silencio fue revelador y sumamos un problema más; mañana al llegar a París tendríamos que buscar un ciber o una copistería para imprimir la hoja. Iríamos un poco justo de tiempo pero no debería haber mayor problema.

El viaje Angers-París no tuvo ningún problema y llegamos a la hora prevista. Ahora tocaba buscar una copistería. Cogimos el metro (línea 4) y nos dirigimos a la estación del Norte pues de allí saldría el tren. Cuando llegamos, teníamos 45 minutos para hacer la copia. Prado se quedó en la estación con la maleta y yo inicié la búsqueda. Después de andar unas cuantas calles, me di cuenta de un detalle: era miércoles, y aquí los miércoles lo más común es que la gente cierre (por el tema de las 35 horas semanales). Por tanto, un par de copisterías que encontré, cerradas… Mal asunto. Finalmente, entre unas callejuelas, encontré una copistería abierta. Le pedí al señor una copia del documento que había en el CD temiendo que me cobrara por una simple fotocopia en B/N 50 céntimos o 1 euro… Pues que va, me equivoqué, no me cobró un euro… ¡¡¡ME COBRÓ DOS EUROS DIEZ!!!!! Encima con los diez céntimos de recochineo!! Intentando mantener mi dignidad le di el dinero y me fui con mi preciada hoja de vuelta a la estación. Puede que fuera mi imaginación, pero juraría que la gente me señalaba por la calle como “el tonto de la fotocopia” ;)

Una vez resuelto el tema del bono del hotel, me dio por preguntar si por la noche cerraban las estaciones de París, y cual sería nuestra sorpresa cuando nos dicen que a la 1 están todas con el candado echado… Bien, no solo teníamos que pasar la noche en París, sino que encima la tendríamos que pasar en la calle. Después de barajar varias opciones, decidimos que al llegar a Bruselas buscaríamos un hotel por Internet y santas pascuas. Aunque esta historia del hotel, la contaré en el post-viaje.

Finalmente, a la hora prevista, abandonamos París para dirigirnos a la europea y parlamentaria ciudad de Bruselas.

(Continuará…)

2 comentarios:

  1. Los miércoles no se cierra por "el tema de las 35 horas", sino por que es el día de descanso para los niños (guarderías y colegios mayormente)

    ResponderEliminar
  2. Es posible, pero si no cerraran los miercoles, no saldrian las cuentas...

    Y sobre el descanso de los niños, alguien me puede explicar la logica de un paron asi en medio de la semana?

    ResponderEliminar