jueves, 23 de marzo de 2006

Bélgica: Brujas y el esplendor del pasado

Intentamos seguir con el blog a pesar de los desafortunados acontecimientos informáticos. Intentaré ser más breve de lo habitual. Vamos allá:

Era ya viernes 24 y la jornada tendríamos que repartirla entre Brujas y Gante. La mañana la decidimos por Brujas, que está más al norte y de regreso nos pararíamos en Gante.

Brujas está situada en la región de Flandes, a 100 Km al noroeste del país. Fue la ciudad más importante de la zona en el siglo XVI, y se nota en sus calles, pero ese éxito fue apagándose hasta quedarse en una ciudad que vive fundamentalmente del turismo. La UNESCO la considera patrimonio de la humanidad.Esta atravesada por infinidad de canales, con lo cual se la conoce como la pequeña Venecia (es curioso como toda ciudad atravesada por canales se la llama pequeña Venecia). El idioma oficial es el flamenco, así que, al igual que en Amberes, ni Cristo hablaba francés.

Lo primero que nos encontramos fue que en la oficia de turismo nos cobraban un euro por una especie de guía; o eso, o nada. Me parece algo ruin que te cobren en la oficina de turismo, no dice mucho a favor de la ciudad, pero a ellos sinceramente les dará igual. Pagamos el euro y nos llevamos la guía debajo del brazo (que no estaba muy maleja, por cierto). El record por ahora sigue estando en Berna que pedían un franco suizo por un cacho mapa-fotocopia en A4

Seguimos el itinerario que nos marcaba la guía, y pudimos contemplar un bonito lago, sus callejuelas empedradas y los puentes que atravesaban los canales. En el camino encontramos un par de iglesias muy bonitas (foto) , pero que estaban en obras.

Llegamos a la Plaza del Ayuntamiento, donde estaba éste, el edificio de la Bolsa y la Capilla de la Santa Sangre. Muy bonita la plaza. Alrededor había calesas que daban paseos por la ciudad a los turistas (30 € el paseíto)

Al lado de la plaza del ayuntamiento, se encontraba la plaza del campanario, bastante mas grande que la anterior, donde estaba el parking de calesas (foto) y había una gran algarabía de gente. Las casas que la rodeaban eran realmente preciosas. El campanario nos tocó una vez mas la 9ª de Beethoven.



Aun era pronto para comer y decidimos ir a conocer algunas zonas señaladas en el mapa situadas un poco mas lejos. La escala del mapa nos engañó y no resultó estar tan lejos. De regreso paramos en el museo de chocolate, pero no entramos finalmente. Una vez en la plaza del campanario, hicimos una parada para comer, donde disfrutamos del sol que asomaba y descansamos un rato.



Brujas ya estaba prácticamente vista, y no eran ni las 3, así que íbamos bien de hora para ver Gante. De vuelta a la estación, tiramos por otro sitio distinto para conocer un poco más sus calles.

En resumen, Brujas, aunque pequeña, es una ciudad que merece sin duda ser visitada, por sus edificaciones y por sus canales, en definitiva, por un gran encanto que te atrapa desde el primer momento. Contentos con la visita, tomamos el tren para proseguir con la siguiente etapa del viaje.

Y ya sabeis, todas las fotos de Brujas, aqui!

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