El miércoles a mediodía llegamos a la estación de Bruselas Midi. Era una estación moderna bastante bulliciosa. Lo primero que nos llamó la atención fue que todos los carteles estaban escritos en francés y en alemán (¿o sería flamenco? Lo siento, soy incapaz de distinguirlos).
Lo primero que hicimos fue encaminarnos al hotel, que no estaba muy lejos. Prado llevaba unas anotaciones y pudimos llegar sin problemas. Allí dejamos las maletas, comimos y descansamos un poco, pues el madrugón había sido importante.
Ya sobre las 3 nos fuimos a visitar la ciudad. El tiempo de momento, se portaba bien. La primera parada, La puerta de Halle, entrada a la antigua ciudad amurallada. En su interior había una especie de museo. La encontramos bastante sucia.
Justo al lado de este edificio, ¡¡descubrí como mi novia había abierto una zapatería en pleno centro de Bruselas!! :)
Callejeando nos encontramos con el Palacio de Justicia, un impresionante edificio con una cúpula dorada que en ese momento estaba en obras. Para subir a la entrada principal, habían instalado un ascensor que era de lo más concurrido.
Bajamos por la calle principal y pasamos por una iglesia que también estaba en obras. Esto de las obras sería la tónica general en todo el país. En esa misma calle también se encontraba el conservatorio y el museo de bellas artes. Al final de ella, una gran plaza con la estatua del rey Godofredo a caballo. Detrás una iglesia y detrás de esta, el palacio real.
De camino a la Vieja Bruselas pasamos por la Plaza del Rey Alberto con su famoso reloj dorado. Nos llamó la atención en las sucesivas visitas que todos los relojes de campanarios e iglesias tocan en algún momento del día el himno europeo (la 9ª Sinfonía de Beethoven).
Cuando llegamos a la catedral de Saint Michel ya había anochecido y la fachada estaba iluminada. En la placita que había delante de ella, más obras. Poco nos detuvimos y al fin llegamos a la Gran Plaza. En ella se encontraba el Ayuntamiento. Todo estaba espléndidamente iluminado. Cerca estaba el famoso Manneken Pis, que es una fuente-estatua de medio metro de un niño meando. Era tarde y no había prácticamente nadie. Volvimos a la Gran Plaza y de ahí nos dirigimos a la Bolsa, donde cogimos el bus y nos llevó al hotel. Esta primera tarde fue una primera toma de contacto con la ciudad, pues el sábado tendríamos todo el día para conocerla mejor.
Aquí teneis el intinerario que hicimos esa tarde.
Habrá que creer…
Hace 11 años
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