martes, 12 de agosto de 2008

Pixar lo ha vuelto a hacer.


El domingo pasado, tras 16 horas seguidas trabajando (aguantando como un campeón), me lié la manta a la cabeza y me fui al cine a la sesión de las 00h.

La película en cuestión era Wall·E, la cual llevaba ya mucho tiempo con ganas de verla. Con tanto jaleo como hay ahora en verano, era o este domingo o ya tendría que esperar a la semana siguiente.

Así que salí de trabajar y me fui al cine. Tenía cierto temor de que pudiera quedarme dormido o al menos algo obnubilado y no poder disfrutar como se merecía la ocasión.

Pues nada más lejos de la realidad, queridos lectores. Aun siendo casi las dos de la mañana, ningún atisbo de sueño se reflejó en mi cara. ¡Ni siquiera bostecé ni una vez!

Y es que, por si no lo saben, Wall·E es una maravilla. Una obra maestra absoluta. Salí encantado. ¿Encantado? ¡EXTASIADO! El amor por encima de todo... a través de un robot fan de los musicales (¡genial!)

Lástima del final que no quisieron arriesgarse, y se van por el camino más fácil. Pero aun así, es una de las mejores películas de los últimos tiempos.

Y aquí les dejo una critica más extensa.

· Wall·E

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