lunes, 25 de agosto de 2008

150 vidas...

Sé que este tema es delicado, así que intentaré no pasarme.

De más sabrán ustedes que el pasado miércoles se cayó un avión en Barajas con 170 personas a bordo, de las cuales sólo se salvaron (milagrosamente y en condiciones no muy buenas) 20 pasajeros.

El caso es que desde el miércoles para acá (sobre todo en las primeras horas), la presencia de la noticia en todos los medios de comunicación fue total, tanto en los de toda la vida (televisión y radio) como en Internet (periódicos digitales)

El problema que tienen los de toda la vida (en concreto las televisiones) es que deben de llenar minutos como sea. Los periódicos publican la noticia y ahí puede estar varias horas mientras la gente la va leyendo. Las televisiones repiten una y otra vez las imágenes, las declaraciones y los datos, consiguiendo que los telespectadores acaben cansados de ver lo mismo una y otra vez.

Y como consecuencia del tener que rellenar minutos, nos encontramos con el principal problema de todas las catástrofes colectivas: el morbo. Familiares llorando, datos conmovedores, escabrosos o sensacionalistas, acusaciones gratuitas...

Como muestra unos ejemplos: El co-piloto que se iba a casar en dos meses; el joven que iba a cumplir años al día siguiente; el niño que quería ver al Príncipe...

Estos datos son estúpidos y buscan que el espectador piense: "ooohhh!!! mira que lástima". De 150 personas... ¿no va a haber nadie que cumpla años pronto? ¿Ni nadie que se casaría en los meses próximos?

Morbo, morbo y más morbo. Y por no hablar de las dolorosas lágrimas de los familiares, grabadas en primer plano.

Sinceramente, y en mi humilde opinión, estas 150 muertes son las mismas muertes que los 80 muertos de los últimos atentados en Afganistán e Irak, los 76 niños y mujeres que los americanos mataron el otro día, o los 70 pasajeros de un vuelo de Kirguistán (que ni siquiera sé donde está).

Pero es que todos los meses mueren treinta o cuarenta españoles en las carreteras y nadie parece alarmarse.

Y es más, para alguien que ha perdido a su madre o a su hijo recientemente, estas 150 muertes le importan un comino.

Todos los días ocurren desgracias de esta magnitud y nadie parece enterarse. No hay ni bajadas de banderas, ni crespones negros ni banderas de España en cascos de pilotos. Solo duele cuando ocurre en la puerta de tu casa. Y eso está muy feo.

1 comentario:

  1. A esto lo único que puedo añadir es un aplauso...estoy totalmente de acuerdo, los medios sensacionalistas nada más que buscan el morbo. El otro día sacaron en A3 un nuevo espacio en las noticias dedicado a contar la vida de los muertos uno a uno...tócate las pelotas!
    No digo que nos la sude que mueran todas esas personas, pero es que todos los días muere alguien. ¿Cuántos mueren de hambre día a día en África o Sudamérica? Eso no le importa una mierda a nadie, nos es que se le saques historias absurdas es que saben que pasa y giran la cabeza para otro lado, que así viven mucho más tranquilos.

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