Los que me conocéis sabéis de mi animadversión hacia Fernando Alonso. No me ha hecho nada, pero no lo puedo evitar, prefiero que pierda.
Pero este año le ha salido un duro competidor, y además en el mismo equipo. El Sr. Hamilton ha conseguido que por primera vez desee que gane Alonso el mundial. Sus continuas muestras de soberbia, pataletas, maniobras ilegales impunes y desprecio al resto de los pilotos hacen que el que esto escribe quiera verle morder el polvo en Brasil y que Alonso se alce campeón. Cuando se salió el otro día entrando en boxes, la verdad es que me alegré mucho.
En un mundo ideal, Raikonnen ganaría el mundial, que sin decir nada se ha puesto a tiro, pero lo veo poco probable, porque, de ser factible, ya se encargaría él de estropearlo, rompiendo el coche o saliéndose.
Así es que el último GP de Brasil estaremos todos expectantes a ver cómo acaba la cosa. Quien seguro que triunfa es Telecinco, que ya tiene la audiencia asegurada.
Por cierto, un último apunte, no sé porqué extraña razón, a la gente le ha dado por llamar a Hamilton Louis, cuando en realidad es Lewis... La culpa, seguro que del calvo.
Y tambíen hablé de...
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