Tras el mal trago de Chicago, aprovechamos la visita a Londres para asistir a uno de los musicales aun presentes en mi lista de "pendientes": Les Miserables, de Schönberg & Boublil.
Es ahora mismo el musical más longevo del West End londinense, con veinticinco años en escena ininterrumpidamente. Casi tres horas de espectáculo para contar la obra más famosa de Victor Hugo.
Podría resumir el musical del mismo modo que hice con The Lion King, es decir, enumerando adjetivos y epítetos hasta el día del Juicio, pero me veo en la obligación, igual que me explayé con Chicago, de hacerlo con éste que nos ocupa.
Según la Wikipedia
Les Misérables cuenta las historias del convicto en libertad condicional Jean Valjean quien, al no encontrar un trabajo honesto por culpa del papel que lo acredita como ex convicto, cambia su identidad para volver a vivir su vida; del inspector de policía Javert, que se obsesiona con encontrar a Valjean; de Fantine, la madre soltera de Cosette, que es forzada a convertirse en prostituta para mantener a su hija; de Marius, un estudiante francés que se enamora de la hija adoptada de Valjean, Cosette; Eponine, la joven hija de los Thénardiers que se enamora de Marius; los Thénardiers, que son dueños de una posada y explotan a sus clientes, y Enjolras y los otros estudiantes, que trabajan en la liberación de la oprimida clase baja de Francia.
No hablaré de nombres ni actores, porque principalmente los desconozco, y porque sería incapaz de destacar alguno, todos estuvieron a un nivel de voces prodigioso (menos Marius, aunque prefiero dedicarle un post a él solito...). Aunque creo que Samantha Barks (Eponine) me conquistó el corazón con su voz.
Las canciones ya las conocía, y todas ellas son magníficas. Pero es que encima verlas representadas es una gozada.
La puesta en escena es impresionante. Una plataforma giratoria en el escenario que interactúa con los actores, para dar paso a una construcción de 4 metros de alto por, probablemente, 15 de ancho, articulable en sí misma, que se transforma para pasar de unos balcones y miradores a unas barricadas contra el ejército.
Los cambios de decorados se realizan con una facilidad pasmosa, pasando por una gravera, un restaurante o unas alcantarillas en un periquete. La iluminación juega un papel muy importante en algunas escenas, estando muy cuidada y estudiada.
Lo más gracioso de todo el asunto es que me cobraron lo mismo por ver el despropósito de Chicago que por esta superproducción sobre el escenario. Y lo mismo por unas voces mediocres como son Natalia Millán y Manuel Banderas que por registros cálidos, dulces y bellísimos de los revolucionarios galos.
Volviendo a lo bueno, sería imposible de quedarme con un número en concreto. Famoso se hizo el de "I Dreamed a Dream", gracias a Susan Boyle y el negocio que vieron los productores en ella, pero realmente, la obra tiene varios números muy por encima de éste (que ya de por sí es magnífico).
Pero como ahora no tengo acceso a los vídeos, les dejo pendiente un par de canciones para cuando vuelva a casa.
Por lo tanto y resumiendo:
¿Qué me ha parecido el musical de Los Miserables? Como ya dije hace tiempo...
... Impresionante, maravilloso, increíble, magnífico, genial, asombroso, superlativo, magnánimo, precioso, emotivo, delirante, sobresaliente, fenomenal, inteligente, deleitoso, soberbio, brillante, sagaz, portentoso, divino, inefable, perfecto, imponente, guay, ejemplar, sublime, formidable, fetén, prodigioso, molón, fabuloso, quimérico, inimaginable, indescriptible...
También hablé por aquí:
Sin lugar a dudas un espectáculo de altísimo nivel que deja huella. A excepción de una actuación a la que dedicarás un post, si es que los gallos no deben salir del corral.
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