Chicago era un musical que desconocía antes de ver su adaptación cinematográfica en 2002. Cuando lo vi me fascinó su puesta en escena y sus números musicales.
Aun así, debo confesar que, al no ser un musical "puro", no era un espectáculo que me atrajera demasiado. Pero dos opiniones satisfactoria de gente cercana y que, a fin de cuenta, era un musical, nos animaron finalmente a ir a verlo.
Las butacas, como siempre, de las mejores (platea centrada). Referencias hacia el montaje, escasas. Antes de empezar, nos invitaron a una consumición y nos regalaron el programa.
Y la función que empieza. Se levanta el telón. Medio escenario lo ocupa una grada donde se sitúa la orquesta. "Demasiado chico" .-pienso; "¿cómo se las arreglarán para desarrollar los números?"
Y enseguida encuentro la respuesta:
El nerviosismo se va apoderando de mí: no hay atrezzo, no hay vestuario... ¡No hay colores! (todos los actores van de negro).
El montaje se basa en una sucesión de diálogos y números de baile donde Manuel Banderas y, sobre todo, Natalia Millán, desentonan respeto al resto del elenco. Por el lado contrario, los vítores se los llevó Fedor de Pablos por su interpretación de Amos Hart.
Marcela Paoli [foto superior] sorprende gratamente por su fresca y dinámica trabajo. Y una sorpresa fue ver a Gerónimo Rauch (al que ya vimos en Badajoz con Jesucristo Superstar) en un papel algo diferente.
Y como ya he dicho, la puesta en escena es paupérrima, por no decir inexistente. Sin ningún decorado, el graderío de la orquesta sirve de entrada y salida de escena. Como atrezzo apenas hay diez o quince objetos en toda la obra (y no es exageración).
Eso sí, los números de baile están bien desarrollados y la calidad de los temas musicales ya viene impuesta "de fábrica".
En definitiva, un espectáculo que perfectamente podría representarse en el gimnasio de un colegio, sin adornos ni detalles, Una sensación entre decepción y estafa, al ver que lo que ofrecieron no se corresponde para nada con el precio que pedían por las entradas.
Porque no todos los musicales merecen cobrar el mismo precio.
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ResponderEliminarTiene usted razón, quizás he confundido "puesta en escena" con "decorados", "atrezzo" y "vestuario".
ResponderEliminarLástima de sus insultos, si no, le dejaba el comentario.