Mientras les preparo mi opinión sobre el musical de Chicago, les dejo una pequeña reseña que nuestro enviado especial, JLR, ha hecho sobre "40, El Musical":
El primer musical de mi vida fue el de Los 40 Principales. A mediados de abril, teatro Rialto, en plena Gran Vía madrileña. Yo, de musicales, ni papa. El que sí que entiende es mi amigo Hurac, que no se pierde ninguno. Ante mi enésimo viaje a Madrid se me ocurrió la idea de acudir a éste. ¿Por qué a éste y no a cualquier otro? Seamos realistas. El 90% de los cantantes de este país (probablemente me quede corto) tienen como sueño cantar en algún momento en Los 40 Principales. Las canciones que han crecido junto a mí han pasado por allí, y era previsible que aparecieran en ese teatro esa noche.
En esta ocasión, Miguel Fernández, que ya participó en "We Will Rock You", el musical de Queen, o en "Hoy No Me Puedo Levantar", dirige el guión ideado por Daniel Sánchez Arévalo, conocido por sus trabajos en "Azuloscurocasinegro" o "Gordos". La historia se caracteriza por su noñería y poca credibilidad. Transmite poco en todo momento. Para ello ya están las canciones. Cuando atrona "Bienvenidos" ya has conseguido penetrar en el espectáculo y, si te gusta la música, es muy difícil salir.
Joaquín (Adrián Lastra) idea un blog en la radio en el que cuenta la vida de su grupo de amigos: Mateo (Pablo Puyol) y Sara (Susan Martín), su hermano y su mejor amiga, que viven una maravillosa relación sentimental; Chema (Miguel Antelo) y Laura (Eva María Cortés), una pareja con dudas sobre el camino a seguir; y David (Xavi Duch) y Álex (Angy), dos hermanos que viven con horror la vuelta a casa de su padre, Arturo (Antonio M. M). Las cosas casi nunca son lo que parecen ser, aunque los giros en la historia se hacen ciertamente previsibles.
Pero hablemos de canciones que son la verdadera razón de mi asistencia a este musical. Todos tenemos una lista con nuestras canciones favoritas. En la mía no podrían faltar varias que sonaron aquel miércoles por la noche. "Siete vidas", de Antonio Flores. "Agua", de Jarabe de Palo. "Vivir sin aire", de Maná. Mis compañeros de asiento, de otra generación, también tuvieron las suyas. El viaje por las últimas cuatro décadas de música pasa desde Fórmula V ("Eva María se fue") o Andrés Calamaro ("Loco"), hasta Pereza ("Todo") o MClan ("Llamando a la tierra"). Desde Bangles ("Eternal Flame") o Madonna ("Material Girl") hasta Miguel Bosé ("Súper Superman") o Camilo Sexto ("Vivir así es morir de amor").
Se quedan muchas en mi tintero, como se podrían haber elegido cientos y cientos más. Lo que está claro es que, como decía aquel anuncio de Los 40 Principales que aún cuelga de una de las paredes de mi habitación: sería terrible vivir sin música.
No sabía que el guión era de Sánchez Arévalo. Ya podía haber sido un poco menos "predecible", entonces.
ResponderEliminarAunque no sea partidario de este tipo de teatro musical, sí que reconozco que su éxito contribuye a seguir manteniendo en alza el género y poder tener acceso a un tipo de musical más propio del nombre.
Gracias por la reseña