Cuando creíamos haberlo visto todo en este país, asistimos atónitos al proceso de acoso y derribo que la derecha más extrema y peligrosa está realizando con un juez español.
El juez Luciano Varela se proclama adalid de la causa instructora hacia su homólogo Baltasar Garzón, por un posible delito de prevaricación.
Prevaricación: dícese del delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.
Por tanto, Garzón prevaricó cuando decidió remover el estiércol franquista y se propuso encontrar a un buen puñado de desaparecidos/ fusilados para tranquilidad y descanso de, sobre todo, sus familias.
Esta acción no gustó a Manos Limpias ni a la Falange (obviamente...) y denunciaron al juez por saltarse la Ley de Amnistía de 1977. Y aquí es donde el Sr. Varela empezó a cubrirse de gloria cuando decidió seguir adelante con la causa.
Que las citadas asociaciones se enfaden y denuncien a alguien que quiere aclarar donde están algunos de los 143 MIL DESAPARECIDOS en la Guerra Civil, puede parecer hasta loable, más que nada, porque de tirar del hilo, alguno de sus integrantes estarían en el ajo. Pero, realmente, lo que se pretendía no era buscar culpables de esos asesinatos (que es lo que la Ley de Amnistía anulaba), sino conocer el paradero de las fosas y los cuerpos allí enterrados.
Decimos que el enojo de las asociaciones ultraderechistas es normal, pero lo que no parece tan normal es que un juez, teóricamente progresista, enjuicie un suceso así.
Pero claro, uno se pone a leer, y descubre que Varela y Margarita Robles (que ha apoyado al primero para procesar a Garzón) estuvieron implicados en el tema de los GAL, (no siendo culpables, pero sí quedando en evidencia por Garzón). ¿Posible vendetta?
Y otro detalle más, la decisión de imputar a Garzón se hace pública el mismo día que se da a conocer el sumario del caso Gürtell, consiguiendo que buena parte de la atención mediática se centre en el juez y no en los corruptos.
Es el mundo al revés: el juez juzgado por los reos. Y mientras, como decimos, el mundo civilizado se lleva las manos a la cabeza por lo que ocurre en nuestro país.
En fin, la Historia nos dice que esto no es nada nuevo en España...
Claro que se habla de corruptos, de uno de los más grandes corruptos en España que debió dejar la judicatura el día que decidió dedicarse a la política.
ResponderEliminarQue yo sepa, no es delito.
ResponderEliminarLo que si deberia serlo es que los asesinos y miserables pidan justicia y democracia.