Hablar de Victor Mature es hablar, para muchos, de uno de los peores actores de los años 40 y 50 en Hollywood.
No tenía muchos recursos interpretativos, pero tenía planta y sex-appeal, con lo cual se convirtió en un galán cinematográfico en multitud de películas. Además, su fornido y musculoso cuerpo le ayudaron a ser el protagonista en tantas y tantas películas de época (Sanson y Dalila, Sinuhé el Egipcio, La Túnica Sagrada, Los Tártaros...)
El caso es que estaba yo leyendo la revista Imágenes y me encontré una anécdota curiosa sobre el señor Mature:
Victor Mature, cuya fama del mal actor era legendaria en el mundillo hollywoodiense, se presentó en cierta ocasión en un club de golf de Los Ángeles, donde no admitían a negros, judíos... ni actores. -"Lo sentimos mucho, Sr. Mature, pero no podemos aceptarle porque es usted actor".- le informaron cuando intentó hacerse socio.
Ni corto ni perezoso, Maturé regresó al día siguiente con una maleta llena de críticas de sus películas, y todas ellas decían que no era actor, de modo que le admitieron.
Hay otra versión de la misma anécdota:
Una noche, en la puerta de un restaurante de París, Mature se vio impedido de entrar porque en el sitio no admitían a actores:
- "Lo siento, en este local es norma no admitir actores"
- "¿Yo actor? ¡Gracias! He hecho más de sesenta películas, es cierto, pero nadie hasta ahora me había llamado actor"
¿Historia verídica? ¿Leyenda urbana? Sea lo que fuera, es bastante curiosa, la anécdota.
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