Vengo del cine, o mejor dicho, de la taquilla del cine.
Hoy me ha pasado algo muy curioso e insólito en mi concurrida vida cinematográfica.
Hoy me levanté decidido a ir a ver Beowulf, estrenada a mediados de noviembre y que llevo intentando ir a ver varias semanas (pero que por unas cosas u otras al final acababa dejándolo para después). Por tanto, ya digo que decidí firmemente ir a ver Beowulf, pues ya debe estar a punto de caerse de la cartelera.
Cogí mi coche y me encaminé a la función de las 17.15h, con poquita gente para verla más tranquilamente. Pero llegué con cinco minutos de retraso (parece que en estos días de puente todos se han decidido a cortar calles y callejuelas).
Cuando pido la entrada, la taquillera, amablemente, me indica que debe telefonear a cabina para decir que vayan montando la película, pues soy el primer espectador de la tarde. Espero pacientemente y me dice la chica que ya no es posible empezar la función, porque con los trailers y demás, no daría tiempo para el siguiente pase(me creeré la razón...).
Yo insistí diciendo que los trailers ya me lo sabía y que me pusieran la película directamente, pero no hubo suerte.
-. "O sea, que no me la vas a vender..."
-. "No, lo siento. Vuelva usted a la próxima función, a las 19.30"
Así que, ¿sabéis qué le dije?: "No te preocupes, si eso ya me voy a casa y me la descargo del emule"
Y me fui (no me quedaba otra). Por si alguien duda, no me la voy a bajar (¡no soporto los screener!), pero que seguramente ya no la vea en el cine, es también verdad.
Una lástima... para Cinesur y Robert Zemeckis.
Últimas novedades en "Golfa Sesión":
· Descubriendo a los Robinsons
Habrá que creer…
Hace 11 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario