Aún habiendo estado varias veces en una ciudad, siempre hay cosas que dejar por ver, bien por falta de tiempo o por desconocimiento.
No es diferente el caso de Londres en esta última visita. Si bien es cierto que uno ya ha visto de sobra lo más turístico (los parques, el palacio de la reina, el Parlamento, las catedrales y abadías...), ese Londres más íntimo siempre queda por descubrir.
En esta ocasión, descubrimos cosas tan interesantes como:
- El mercado de Portobello. Aunque ya fuimos a Notting Hill anteriormente, este famoso mercado de antigüedades se celebra todos los sábados. Concurrido tanto por compradores como por turistas, uno puede encontrar desde monedas antiguas hasta esculturas o pinturas verdaderamente antiguas. Cuando no hay tanto bullicio, en Portobello Road se puede ver la librería donde trabajaba Hugh Grant en la película "Notting Hill".
- El Jardín de la Torre Victoria, ubicado a pies del Palacio de Westminster (aka Parlamento). Cuenta con unas bonitas vistas al río Támesis y con una de las 12 réplicas existentes en el mundo de la escultura de Rodín "Los Burgueses de Calais".
- El British Museum. Visita obligada para todo turista pero que ni tan siquiera en esta tercera vez lo hemos visto. Eso sí, ya nos hemos acercado a sus puertas y su recibidor, y queda apuntado como imprescindible para el futuro.
- El Arco de Mármol. Situado en una esquina de Hyde Park, constituyó en su día la entrada al Palacio de Buckingham. Está diseñado a imagen y semejanza del Arco de Constantino, en Roma. Justo al lado está el "speaker corner", donde la gente se reúne para escuchar y ser escuchada de no importa qué tema.
Aparte, y de refilón, vimos las obras de Londres 2012. Por contra, como consecuencia de los Juegos Olímpicos, hay muchos edificios y lugares en remodelación, para que todo esté listo para dentro de dieciocho meses.
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