La Leyenda de los Reyes Magos

Es sorprendente como se moldea la Historia hasta convertirla en Leyenda.

Si nos centramos en la fiesta de hoy, los Reyes Magos ni eran reyes, ni magos ¡y ni siquiera eran tres!

Probablemente fueran astrónomos, de religión zoroastra (que reconocen como divinidad a Ahura Mazda, y no a Yavé),  e incluso se habla de que pudieron ser hasta doce (eso dicen los armenios). Tampoco está muy claro, según los escritos de la época, que hubiera ningún acontecimiento en el cielo que pudiera asociarse con la estrella divina (sí se habla de ello en el s. VII a.C)

El número tres siempre ha tenido connotaciones especiales: la Trinidad, el numero de continentes conocidos en la época (Asia, Europa, África). Es por tanto factible pensar que el establecer tres reyes obedeciera a razones supersticiosas.

De hecho, no es hasta el s. II, en el Evangelio del Pseudo Tomás, cuando aparecen como hoy los conocemos, con nombres incluidos (solo Mateo les referencia vagamente).

La leyenda dice que tras la resurrección de Jesucristo, el apóstol Tomás los encontró y los nombró obispos. Posteriormente fueron martirizados y arrojados en el mismo sarcófago, que fue llevado a Constantinopla por Helena de Constantinopla. Posteriormente fueron trasladado a Colonia, donde se construyó una catedral en su honor, y es el lugar en el que supuestamente  yacen sus restos.

Sea como fuere, la tradición está ahí, donde los niños españoles reciben regalos el 6 de enero, y da igual en el fondo si los Reyes Magos existieron o no realmente.

Fuente: Wikipedia


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