Las personas no nos comemos las hierbas que nos encontramos por el campo. Y no lo hacemos por una sencilla razón:
¡porque no somos cabras!
Pero parece que ahora se ha puesto de moda llevarse a la boca cualquier hierbajo que uno se encuentre en el campo, da igual que sea venenoso o no.
Y es que el
estramonio (
Datura stramonium) se lleva ahora masticado. Toda la vida esta planta en los pantanos o vertederos, y nunca a nadie le dio por comerla.
Y van dos o tres
tontuzos (que, como diría mi amigo Gómez,
tirarían piedras a los aviones) se la comen, y se crea una alarma social y una cruzada medieval contra la planta del maligno nunca vista en la historia de un vegetal que ya fumaban los chamanes hace más de dos mil años.
Y encima, la culpa es de la Administración por permitir que crezcan
¡es que manda huevos!
A más de uno lo quería yo ver en la selva, no iba a durar dos telediarios...
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