Ayer domingo, como ya sabíamos, fue la manifestación contra el Pacto del Euro.
Juntos recorrimos poco más de un kilómetro para protestar por los injustos recortes sociales que tendrán lugar en los próximos meses. El ambiente fue siempre festivo, con cánticos para los políticos y sonoras pitadas para sus acciones pasadas, presentes y futuras.
Los asistentes fueron muy variados y de todas las edades, incluidos niños pequeños con sus padres aporreando cacerolas viejas.
Y en la asistencia es donde ha habido una pequeña polémica, no sabemos aún por qué, con el número de personas que acudieron a manifestarse. Vaya por delante que, sean una o un millón, el número es lo que menos importa, pero de ahí a que otros mientan e intenten desprestigiarla, va un trecho.
Según el periódico HOY, apenas superaron el medio millar, y mis cálculos personales se acercan a los dos mil, aunque ya hablaremos a fondo sobre el dato y mis cálculos.
Al la mitad del recorrido (porque la manifestación era de ida y vuelta), se leyó un manifiesto a las puertas del Ayuntamiento donde se citaron los principios básicos del famoso Pacto, entre aplausos y abucheos, y ante la atenta mirada del Cuerpo de Policía del Estado, apostado a las puertas del Consistorio, pero que, obviamente, no tuvo que intervenir.
Al terminar, abrazo colectivo y de vuelta al campamento base, donde se celebró la Asamblea dominical, a la que acudió más gente de lo normal, algo que también era de prever.
Debe sin duda tildarse de éxito el acto, ya sea por la afluencia (con mis dos mil personas) o por las ganas que todos le pusimos.
Les dejo unas foto del día de ayer, cogidas del blog de la Acampada, de mi amiga Rebeca y del HOY:
¡Seguiremos luchando!
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