Praga: de retorno

Aunque parezca que no, ya volvimos de nuestro viaje a Praga.

De hecho llegamos, como estaba previsto, el domingo por la noche, aunque el avión nos regaló una hora de retraso, con lo que, entre unas cosas y otras, llegamos a Don Benito a las 3 de la mañana.

Del viaje podría señalar:

- Hemos conocido la nueva T4 de Barajas.

- Me hicieron descalzarme en los arcos metálicos y me cachearon como si fuera un peligroso terrorista.

- Casi perdemos el vuelo de ida por estar desayunando al lado de la puerta de embarque (bueno, el "casi perdemos" quizás es un poco exagerado).

- Czech Airlines tiene en sus aviones una pantallita donde te muestra, vía GPS, la velocidad, la altitud y la situación geográfica del avión en cada momento. Además, te invitan a comer un apetitoso sandwich vegetal con queso.

- Iberia te cobra los bocadillos rancios que tienen y no tienen pantallas en el avión. Eso sí, te da a elegir para leer el MARCA o el AS, puedes elegir cabrearte con Roberto Gómez o Tomás Roncerín.

- Para los retrasos de los aviones, nada mejor que las tiendas del aeropuerto y la tarjeta de crédito.

Sobre la ciudad, ya hablaremos otro día con más tiempo.