Por fin se pusieron de acuerdo.

En los tiempos que corren, parecía algo imposible, pero los políticos han dado ejemplo a todos.

PP y PSOE se han unido en una votación para rechazar una propuesta en el Senado. ¿Un rechazo por el bien común? ¿Un rechazo para poner a España en el lugar que se merece?

Pues en cierta medida, sí, en el sitio que merece. La propuesta pedía que se penalizaran las fiestas en las que se maltratan animales (esas de la España más profunda). Y he aquí que ambos partidos de tan dispar ideología se alían y votan apoyando que a los animales se les pueda acosar, torturar, quemar, lancear, arponear...

Alegan que no son sus competencias, unos, y que son fiestas de gran prestigio y que mueven mucho dinero, otros. Pero como dijo un senador: "si esta propuesta se rechaza, al Senado se le debería caer la cara de vergüenza y no aparecer más por Europa"

Eso mismo, una puta vergüenza. ¡Qué asco de políticos!

Según el PP y el PSOE, esto es prestigioso y no debe ser prohibido