domingo, 10 de mayo de 2009

Los pequeños detalles...



¿Conocen ustedes esa teoría de la mariposa que agita sus alas en Nueva York y crea un tifón en Japón? Teoría del Caos, la llaman, y explica (grosso modo) la importancia de pequeñas acciones que desencadena trágicos desenlaces.

Algo parecido me ha pasado a mí. A base de pequeños detalles me ha ocurrido la mayor desgracia informática de mi vida.

Pero vayamos por partes:
- Ya sabrán que una noche me quedé sin el sistema operativo (SO) porque instalé un programita que me bloqueó el ordenador y me fastidió el Windows. Fue (detalle) un programita muy pequeñito, de apenas un mega, pero que la lió bien liada.

- La solución a estos desajustes es la de formatear la partición donde está el SO y reinstalarlo, y santas pascuas, en una tarde todo arreglado. Pero (otro pequeño detalle), esta vez tenía mucha información en esa parte del disco duro y no podía borrarlo a la ligera. Había que llevar el disco a otro ordenador y sacar la información. Sencillo...

- El volcado de información se hizo en dos sesiones. En la primera, no tuve tiempo de guardarlo todo y desmonté el invento porque (pequeño detalle) tenía que jugar a fútbol y me estaban esperando.

- Al día siguiente, repetí el proceso de acoplamiento del disco al ordenador, igual que el día anterior. Pero algo salió mal. Una parte del cable de corriente, la que iba al ordenador, no encajó bien y tuve que moverlo un poco (detalle); el disco duro no estaba sujeto a la torre (detalle) y también se movió; la parte del cable del disco duro se desajustó e hizo mal el contacto.

El resultado fue que al darle corriente, el conector se quemó y la controladora salió ardiendo. Ardiendo, como lo oyen, con llama, humo y olor a cuerno quemado.



Resumiendo, que si no hubiera instalado el programita, el Barrio SF no hubiera jugado esa noche o hubiera atornillado el disco duro, todo iría mejor.



Ahora toca recuperar los datos, que son muchos y algunos muy importantes, algo que no es nada fácil (a día de hoy lo veo casi imposible). Pero eso se lo contaré en otra ocasión...

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· Mamma Mía

4 comentarios:

  1. No, si al final la culpa va a ser del barriosf.

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  2. No era yo quien quería decirlo, peeeeero...

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  3. yo creo que no atornillar el disco duro es más que un simple "detalle". Se empieza así y se acaba como has acabado tú, o como acabó un amigo mío, con el pc abierto, los lectores de dvd enchufaos y apoyaos encima del pc, y jugando a "a ver que cable cambio de sitio para que el pc encienda"

    Oie ¿y no te dejaba instalar el windows al meter el disco? sin formatear ni ná...yo un día me desesperé intentando recuperar un disco duro y al final lo conseguí.
    Dejo aqui el método por si interesa:

    Meter el cd del windows, reiniciar el pc, configurar la bios para que arranque desde el cd, reiniciar, pulsar tecla para iniciar desde el cd, sale el menu de instalacion de windows. Le das a instalar, y eliges la misma particion donde está lo que quieras salvar... te dirá que eso no lo recomienda Bill Gays, y tambien hay que elegir otro nombre para la carpeta del windows (porque ya tienes una con ese nombre) luego se instala normalmente, como si hubieras formateado, pero estarían ahi todos los archivos. Ah es posible que con ese método no se pudieran recuperar las cosas de la carpeta "Mis documentos", que esa es de Bill Gays, yo ya no la uso.

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  4. El problema es que Windows no detecta que hay ahí ningún disco duro.

    Al menos si lo pones como esclavo. La verdad es que no he probado a iniciar con solo ese disco duro (cierto es que lo pensé en una ocasion). El problema está, creo yo, en que se chamuscó el conector y no le entra corriente. Por eso no detecta el disco.

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