Blanca Portillo y Chusa Martín ha dimitido como directoras porque desde la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Mérida han presionado para que retiraran una foto de una exposición dentro del Festival.
Una foto que, aparte de los emeritenses y visitantes, no iba a ver ni un alma más. Pero lo que siempre pasa (y no acaban de aprender): la foto está ahora en las portadas de los diarios de medio mundo.
Los católicos ofendidos, menos ofendidos por esta ¿victoria?, el autor, frotándose las manos, y Mérida que se queda sin sus dos directoras.
Publicitemos un poquito más la foto, para el que no la haya visto aún:
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