Marta Domínguez y la presunción de inocencia

Los Tribunales han desvinculado a la atleta Marta Domínguez de la Operación Galgo, que investiga el dopaje en deportista, aunque sigue estando involucrada en otros delitos de blanqueo de dinero y tráfico de drogas.

La Sra. Dominguez no me cae especialmente bien, la verdad  pero el caso es que el juez ha dicho que no se dopa, aunque eso ahora ya da igual, porque desde diciembre se ha venido hablando y acusando a la atleta de meterse de todo para ganar.

Esto me lleva a un problema que tenemos en este país: la presunción de inocencia. O más bien lo contrario. Nada más conocerse al supuesto acusado, el dedo acusador de la sociedad, con los media a la cabeza, hostigan y martirizan al pobre incauto que haya sido detenido. Sin juicio, sin defensa... sólo porque la Guardia Civil lo detiene.

Cuando ocurrió el crimen de Fago, no había comenzado aún el juicio cuando TVE estrenó una miniserie donde criminalizaban al imputado. Qué hubiera pasado si el juez lo declara inocente? ¿Existiría una serie donde sí se le condena?

Y es verdad que en el 90% de los casos el acusado será el culpable, pero acuérdense del chico canario que detuvieron por supuestos malos tratos a una niña, y al final se demostró que de agresiones nada. Pero sus vecinos y España entera ya le acusó despiadadamente.

¿A donde quiero llegar? Que hay que ser un poco más cauto a la hora de emitir opiniones en un delito, porque hasta que no lo demuestre el juez, todo hombre es inocente.