En estos días se están dando a conocer los datos sobre las quejas que los usuarios del Sistema Nacional de Salud han tenido en el año 2010.
En concreto, según rezan las estadísticas, más de doce mil denuncias por negligencias y mala praxis.
En televisión, incluso, salen casos de gente que denunció y ha recibido indemnizaciones por resultados incorrectos de los sanitarios.
Ahora bien, por ningún lado veo la cifra de las denuncias que han sido aceptadas y que empiezan el camino judicial para depurar responsabilidades. Porque, no nos engañemos, la inmensa mayoría de esas doce mil quejas no van más allá del pataleo porque han tenido que esperar mucho en la sala de urgencias o porque no se han hecho las cosas como el paciente ha querido.
Y de todas las denuncias que se aceptan, ¿cuántas fallan a favor del paciente? Porque una cosa es que se vea indicio y otra muy distinta es que se pruebe que hubo mala praxis (algo muy difícil de demostrar, por cierto).
¡Ojo!, porque no estoy justificando las negligencias cuando las hay. Lo que digo es que están ofreciendo una estadística sesgada y no objetiva.
Pues como siempre hacen los medios de comunicación, que sirven a quienes les dan de comer y cuentan los hechos como sus jefes quieren. ¿Qué fue del buen Periodismo?
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