Concierto de Revólver en Badajoz

Mi amigo JLR, fan incondicional de Revólver desde siempre, asistió al concierto que Carlos Goñi dio junto a su banda en el teatro López de Ayala.

Tras el concierto, amablemente accedió a escribir unos comentarios sobre el evento:

         Hace casi trece años acudí a mi primer concierto de Carlos Goñi. Un amigo y yo estábamos rodeados de niñas de nuestra edad que saltaban como locas y nos ponían las hormonas a mil. Cuando sonó “Fuera de lugar”, bailamos todos extasiados sin atender a miradas extrañadas ni a comentarios fuera de tono.

         El sábado 24 de marzo, durante su última parada en Badajoz, el éxtasis llegó al López de Ayala con “Faro de Lisboa”. Poco más se puede decir de la progresión de Carlos Goñi y su público. Aún en sus giras más rockeras (como cuando pisó Extremadura la anterior vez, en el verano del 2006 en Almaraz), el cantante ha aprendido a utilizar más y mejor su voz. En este caso, su concierto acústico acompañado de su inseparable Cuco Pérez al acordeón, y de dos músicos de los que desconozco el nombre al bajo y a la percusión, roza durante momentos lo intimista.

         Carlos dialoga con el público y demuestra encontrarse en su sitio. Aún así, pide una pastilla al responsable de su backstage y le cuesta arrancar. Anuncia un repertorio muy variado, cambiando mucho de concierto en concierto de esta gira. No es del todo verdad. Cierto lo primero, toca muchos palos variados de su repertorio, pero las primeras canciones son las mismas que se vienen anunciado durante todo este tour. “Tiempo pequeño”, el primer single de 21 gramos, da comienzo a la fiesta, que continúa con “Es mejor caminar”, y con varios temas más de su último disco, como “Y pasa el tiempo”, “Hay besos”, o el mismo “21 gramos”. Carlos se toma la molestia de explicar el contenido de cada tema antes de ponerse a ello. La gente se lo agradece con un silencio respetuoso y rompe en aplausos al principio y al final de cada canción.

         Tras la ya mencionada “Faro de Lisboa”, la banda desaparece en un primer (y único bis) que impacienta al público. Es Carlos el que vuelve en solitario para tocar temas aún más cercanos, como “Esclavo de tu amor” o “Ella es y será todo para mí”. Toca, incluso, singles que no suelen aparecer en sus conciertos, “Tu y yo” o “Lisa y Fran”. El grupo vuelve en su totalidad para hacer levantarse al teatro con “Odio”.

         El final no hace justicia a las dos horas y cuarto del concierto. Y no por el tema elegido. “El aire sabe a veneno” se suma a “Guantanamera” para despedir la noche, pero lo hace de una manera forzada, lejos de ese deje natural que caracteriza a Goñi en los conciertos al aire libre. Por mucho que él insista en la teoría de que la música nunca tuvo que salir de los teatros, Revolver sabe a campo de fútbol, a tierra y a bebida derramada. Un grande.

¡Gracias, amigo!

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