De vuelta de las fiestas falleras, retomamos la rutina con el recuerdo de esa fantástica semana.
Lo primero que me llamó la atención de las Fallas es la total implicación de la ciudad. Cerca de 400 monumentos falleros se plantaron en las calles de Valencia. Cada monumento es creado por una comisión fallera, que es una especie de asociación de vecinos fallera. La comisión tiene su presidente y nombra cada año a su Fallera Mayor, tanto adulta como infantil. El 20 de marzo todas las comisiones se disuelven, quedando sólo el presidente, y todos sus integrantes deben volver a inscribirse.
La comisión toma el nombre de la calle donde se ubica la falla, ya sea intersección o plaza. Ahora bien, circular por Valencia en estos días es más que imposible. Según fuentes oficiales, más de cuatrocientas calles se cerraron al tráfico para permitir la celebración de las fiestas.
Cada comisión fallera monta su falla principal y la infantil. Al momento de colocarlas lo llaman "la plantá" (15 de marzo), y cuando las queman, "cremá" (19 de marzo). Lo más común actualmente es que se le encargue la construcción a un artista fallero, proporcionándole el tema sobre el que quieren que vaya el monumento. Los artistas falleros se agrupan en un gremio que es quien organizará y distribuirá el trabajo a sus integrantes. Sin embargo, aún hay algunos gupos falleros que se fabrican ellos mismos sus trabajos.
Para la plantá recurren a gruas y ayudas mecánicas, pues algunas fallas alcanzan alturas de 20 y 30 metros. Sólo una falla es colocada a la antigua usanza, a pulso entre todos sus integrantes.
El precio de la falla es muy dispar. Desde la más normalita, que pueden ser tres mil o cuatro mil euros (incluida la falla infantil) hasta las de máxima categoría que llegan hasta seiscientos mil (sí, 600.000 eurazos).
No todas las fallas compiten en la misma categoría. La más prestigiosa es la de Sección Especial (diez o doce fallas a concurso); después Primera A, Primera B, Segunda A, Tercera A, etc, hasta Séptima C. La categoría va en función del presupuesto de la obra. La falla del Ayuntamiento es la única que no concursa, al ser la falla de todos los valencianos.
A pesar del gran desembolso para contruir la falla, ningun ganador recibe un premio económico por la victoria, sino que se limitan al triunfo moral por encima del resto de fallas. Las fuentes de financiación de cada comisión son diversas, que van desde cuotas mensuales de sus integrantes, revistas, lotería, patrocinadores comerciales, actos durante el año... Cabe destacar que la ganadora de la Sección Especial de los últimos cinco años (este año quedó segunda) fue promovida e impulsada por un constructor inmobiliario, con el fin de potenciar la nueva zona residencial que acababa de crear.
Todos los días a las 14h se realiza la "mascletá" en la Plaza del Ayuntamiento, en donde, durante cinco minutos, se explosionan elementos pirotécnicos de una potencia impresionante. Del mismo modo, por la noche, en el Paseo de la Alameda, se tiran fuegos artificiales, siendo la "Nit del Foc" (19 de marzo 1.00h) el más importante y que más gente congrega.
Pero las Fallas no son sólo muñecos que arderán y petardos que explotarán. Es el ambiente en sus calles, siempre llenas, son los desfiles de las falleras y falleros por cada rincón, son las bandas de música tocando pasodobles sin descanso, es el olor a pólvora y a flores en la Ofrenda a la Virgen... En definitiva, es algo que hay que vivir mejor que explicar.
Más información: Las Fallas en la Wikipedia