Esta noticia no tiene desperdicio:
La Asociación Unificada de Guardias Civiles presenta una denuncia disciplinaria contra agentes de Talarrubias
Y la historia es la siguiente:
La Benemérita confiscó hace un par de años en un mercadillo, veinticinco cajas de ropa más falsa que Judas Iscariote.
El juez ordenó destruir ese material, como manda el protocolo.
¿Y qué hicieron los señores picoletos denunciados? Sois muy listos, efectivamente, se quedaron con la mercancía y la repartieron entre esposas, hijos, y vecinos.
Ahora, la Asociación ésta ha tomado cartas en el asunto porque no lo ven normal, ya que incluso hay implicados altos cargos en la cadena de mando.
Y es que uno se pone a pensar y es comprensible lo que hicieron: por qué quemar una ropa "wena de lo mejol de la boutique del Richald" cuando se puede lucir por las calles del pueblo?
Y ya por extensión, ¿por qué tienen que quemar la cocaína que incautan, con lo bien que va el mercado de los opiáceos?
En fin, cosas que pasan...
No hay comentarios:
Publicar un comentario