NOTA: Post escrito en octubre, que ya ha llovido, pero ya que está escrito...
El pasado viernes, 17 de octubre, fuimos a Cáceres a un festival de magia. Era el Intermagía 2008, y venía de la mano de Caja Duero.
El pasado viernes, 17 de octubre, fuimos a Cáceres a un festival de magia. Era el Intermagía 2008, y venía de la mano de Caja Duero.
Por tanto, el lugar elegido fue el Capitol - Caja Duero, al lado de la Plaza Mayor.
Lleno absoluto para el primero de tres días de actuaciones donde distintos magos intentarían deslumbrar al respetable. Y para finalizar, el domingo tendría lugar el show del (para mí) insoportable Jorge Blass.
El viernes en cuestión actuaban cuatro magos, cada uno con su estilo distinto: Enric Magoo, Steve Faulkner, Brando y Silvana, Tina Lennert y Arkadio.
Estaban enlazados por el presentador, de nombre Karim, que se convirtió en el protagonista de la noche.
Le siguió Steve Faulkner, británico no hispano-hablante, de lo que supo sacar partido para hacernos reír (su voluntario no entendía nada). Nos mostró un número de escapismo, según él, del mismo Houdini. Al final se quedó en eso, en un simple número de escapismo, sin ninguna dificultad añadida (ni colgado del aire o sumergido en agua). Algo que ya hemos visto muchas veces.
Brando y Silvana, una pareja argentina vino a continuación con un número teatralizado. Un trilero desplumaba a una ingenua florista en un parque de Buenos Aires. Simpático show con algún que otro truco sorprendente.
Tina Lennert, venezolana de nacimiento, se encargó de traer la emoción al escenario. Con una actuación ya famosa en el mundo entero (a donde va siempre le piden el mismo número), Lennert mezcló magia con romanticismo, en un truco que prefiero no desvelar. Solo diré que es muy diferente a lo que vimos esa noche.
Y para acabar la sesión, el plato fuerte. O al menos eso decía el presentador. Ganador de varios festivales europeos de magia, Arkadio se nos presentó a la vieja usanza, como los grandes magos tradicionales: espectáculo y fuerza. Con una potente música y una muchachita mona que le ayudaba en sus trucos, se basó en la magia de cartas y de hacer aparecer palomas de la nada. Lo mas sorprendente fue cuando sacó un loro de mas de medio metro de debajo de un pañuelo.
Sin embargo, de todos, yo me quedaría con Karim, el presentador. su desparpajo y sentido del humor provocó la carcajada del publico en numerosas ocasiones. También tuvo sus minutos de magia, aunque enfocados a hacer reír al publico.
Y confirmó lo que yo opino de los magos: son los más cabrones con los voluntarios. Pero eso, cuando no eres el voluntario, es realmente tronchante.
