Descubro, a través de Nopuedocreer, un sistema revolucionario para esas personas que, cuando van a sacarse sangre, se quedan las venas en la mesilla de noche.
Cuantas veces habré tenido que repetir pinchazo porque no había manera de dar con la dichosa vena. Y alguno que otro empieza a chasquear la lengua y a mirarte con cara de pocos amigos.
Pero el pinchar (mal) se va a acabar. O al menos eso se pretende. A través de luces infrarrojas, se quedan resaltadas todas las venas superficiales del brazo/mano, para así saber nosotros donde pinchar exactamente.
Esta teoría está muy bien, pero no tiene en cuenta que, a veces, el problema está en que las venas son muy finas, y se colapsa nada más meter la aguja (aunque se haya acertado en la técnica). Otras veces, para pacientes crónicos, las venas están tan machacadas que al más mínimo contacto se rompe.
Así que, de entrada, la idea es buena, pero me muestro un poco escéptico hasta que algún día (si prospera) la utilice.
Esto viene bien a quien no ha pinchado nunca o a quien tiene problemas para pinchar con guantes puestos
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